Los cuatro albañiles y el coordinador de seguridad de la obra han comparecido este viernes. Así ha sido la declaración ante el juez de los cinco obreros investigados por el mortal incendio de la Calle Oslo 45 de Alcorcón
Este viernes, 18 de noviembre, han declarado ante el juez las cinco personas a las que, actualmente, investiga el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Alcorcón, por el incendio que tuvo lugar el pasado jueves 6 de octubre y en torno a las 19:14 de la tarde en un local en obras comercial ubicado en el bajo del Portal 3 de la urbanización sita en el número 45 de la Calle Oslo, en Parque Oeste. A consecuencia del mismo, ya se sabe, fallecieron dos niños pequeños, de cinco años y nueve meses, que eran hermanos y que vivían en el tercer piso de ese mismo bloque. Asimismo, cerca de 50 familias, vecinas de los portales 1, 2 y 3, siguen desalojadas, mientras que el contratiempo también dejó más de una veintena de heridos por inhalación de humo.
Los cinco investigados, como ya contamos en alcorconhoy.com, son cuatro albañiles que estaban trabajando en el local, de unos 100 metros cuadrados, en el momento en el que se originaron las llamas, así como el coordinador de seguridad de la obra. Y los trabajadores se han escudado en un informe pericial, que refiere que el edificio estaba mal construido y que no tenía compartimentos anti-incendios en los falsos techos y en la canalización, algo que es totalmente ilegal. Pero que explicaría, en ese sentido, por qué el humo se propagó a tanta velocidad entre las viviendas de estos tres portales.
Problemas en cadena
Asimismo, y tal y como ya avanzamos en este diario digital, el local en obras no disponía de extintor de incendios. Así lo han manifestado ante el juez efectivos de Bomberos de Alcorcón, que también han prestado declaración como testigos. Los obreros, por cierto, y según varios testigos del suceso afirmaron a alcorconhoy.com, salieron del establecimiento a la carrera en cuanto este comenzó a arder. El origen del incendio, asimismo, estaría en las chispas de una radial con la que los obreros estaban operando, que saltaron sobre una gran superficie repleta de materiales inflamables: desde un enorme bloque de poliespán a bidones de gasolina y otros materiales como pintura, disolvente y pegamento, así como un pequeño generador. Todo ello ardió en cuestión de segundos y produjo un humo tremendamente tóxico, que se propagó por las viviendas a toda velocidad.
Es más, tal y como señalaron a este periódico varios de los vecinos desalojados, el humo les entraba en sus casas por todas partes: desde las campanas de las cocinas a las juntas de las puertas, pasando por los grifos, las puertas o las propias lámparas de luz. «Era una ratonera. Estábamos atrapados», manifestaron los afectados a este diario digital. Testimonios a ese respecto, que coinciden con el informe que elaboraron los Bomberos de Alcorcón, y con el relato de Raúl Esteban, el jefe de Bomberos y que también ha prestado declaración este viernes. El informe de los bomberos, en ese sentido, refiere que el humo subió «a modo de chimenea» y que fue escalando «planta por planta» hasta anegar por completo los tres portales. Eso sí, de acuerdo con Bomberos, «la información inicialmente recibida en la central con respecto a la tipología del siniestro, no se corresponde con el escenario encontrado» a la llegada del Cuerpo.
«Numerosas contradicciones»
Afortunadamente, a esas horas, había muchos vecinos de los portales 1, 2 y 3 que no estaban en sus viviendas. Otros consiguieron salir a tiempo, de una forma casi heroica. Pero la peor parte se la llevó la familia que vivía en el tercer piso del mismo Portal 3. En el momento del incendio, Jaime, el padre de familia, bajó a la calle para ver qué estaba pasando y pedir ayuda. Arriba se quedaron Beatriz, su pareja, y sus dos hijos pequeños: Darío, de cinco años, y Álvaro, de apenas nueve meses. Ellos no consiguieron salir del portal, y fueron rescatados por los Bomberos cuando habían empezado a intentar escapar por las escaleras del bloque. Los tres estaban en parada cardiorrespiratoria. Los efectivos sanitarios consiguieron devolver a la vida a Beatriz y Álvaro, pero no a Darío. Aunque, desgraciadamente, a los cuatro días, el bebé también falleció.
En la comparecencia de este viernes también ha estado presente Carlos Sardinero, el abogado de la familia. Este ha solicitado a las autoridades judiciales la entrada en prisión preventiva de los cinco investigados, pero su petición ha sido desestimada. Eso sí, según Sardinero, los investigados «han incurrido en numerosas contradicciones, que no encajan demasiado bien con los hallazgos de los bomberos», que ponen de manifiesto que «había bastantes materiales que no se deberían utilizar». Así, «parece bastante evidente que se han incumplidos las normas de seguridad contra incendios a la hora de ejecutar la obra», en palabras del letrado.
Cerca de cincuenta familias desalojadas
Ahora, queda esperar para ver cómo prosigue la investigación. Los padres de los dos menores fallecidos prestaron declaración el pasado 9 de noviembre. Y, actualmente, las cerca de cincuenta familias afectadas por el fuego siguen desalojadas, sin que nadie les preste una solución efectiva a su problemática. Está previsto, además, que no puedan regresar a sus viviendas hasta bien entrado 2023. Y eso como mínimo.
Fotografía principal: Javier Rubiano
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