Las calles de nuestra ciudad quedaron anegadas por toneladas de nieve durante varias semanas. Un año de Filomena: Un año de Filomena: el día que Alcorcón se tiñó de blanco (y de incidentes)
El pasado 8 de enero de 2021, Alcorcón amaneció de una guisa un tanto especial. A primera hora de la mañana, miles de copos de nieve comenzaron a caer por todo el municipio. La esperada borrasca Filomena había llegado y empezaba a hacer acto de presencia en la ciudad. Se esperaba un día de intensa nevada. Aunque eso sí, la realidad, como suele suceder en la mayoría de los casos, superó a las expectativas.
A partir de entonces, y hasta la madrugada del sábado 9, no dejó de caer. Y con fuerza. Los parques y las calles comenzaban a teñirse de blanco y la mayoría de vecinos salían a la calle a fotografiarse con la estampa. Aunque poco a poco, la situación comenzó a tornarse algo convulsa. Durante la tarde del viernes 8, los coches empezaban a quedarse atrapados en las carreteras y centenares de alcorconeros no podían regresar a sus domicilios. También muchos árboles se partían por el peso de la nieve y caían del cielo tejas y ladrillos desde las cornisas de varios edificios. La ciudad activaba el nivel de alerta roja.
Momentos complicados
No le iba mucho mejor a los autobuses de líneas regulares. Un vehículo de la línea 511 se quedaba atrapado en la Calle Institutos de Alcorcón, y otro en plena Avenida de las Retamas. La histeria se apoderaba de muchos vecinos, que entraban a los supermercados dispuestos a arrasar con todo. Las autopistas quedaban cortadas, y los servicios de Bomberos, Protección Civil y Policía Local y Nacional de Alcorcón salían de madrugada a las calles para rescatar a cientos de personas que quedaron a la intemperie. Todos ellos pasaron la noche en el Polideportivo Municipal La Canaleja, que fue habilitado como refugio improvisado. Y por entonces había toque de queda, no hay que olvidarlo.
Aunque afortunadamente, por la noche dejó de nevar. Y los barrios de Alcorcón amanecieron al día siguiente con más de un metro de nieve densa formada en sus calles. Centenares de vecinos se armaron con palas y demás herramientas para despejar los caminos, en un hermanamiento total. Los lanzamientos de bolas, los muñecos de nieve y las figuras de ángeles sobre el suelo de toda la ciudad se tornaron en habitual. Aunque también quedaron otras imágenes para el recuerdo, como ver a vecinos esquiando, haciendo snowboard o bajando en trineo por Alcorcón e incluso patinando sobre los lagos de los parques de las Presillas y Polvoranca. Ver para creer.
La ciudad, incomunicada
Mas no todo era color de rosa. La ciudad, anegada por la lleve, quedó parcialmente incomunicada y las clases en colegios e institutos se veían obligadas a cancelarse durante varios días. Y lo peor: con el paso del tiempo, la nieve se empezó a ensuciar… y por culpa de la bajada de las temperaturas, se convirtió en hielo. Los resbalones y caídas se convirtieron en norma, y los hospitales se llenaron de gente con fracturas y esguinces. Contratiempos en algunos casos muy graves, y que precisaban de cirugía. Todo ello, no hay que olvidar, con los hospitales atestados por culpa del Covid-19. Asimismo, la ciudad se colmó de actos solidarios. Como el de la Cafetería Los Robles, que repartió caldo de forma gratuita a todos aquellos que tuvieran que trabajar en la calle ante el temporal.
Días más tarde, desde el Ayuntamiento de Alcorcón aseguraban que tendrían que pasar varias semanas para que toda la nieve se disolviera. Eso, o esperar un gran diluvio, que fue lo que sucedió. Y el agua, por fin, se llevó todo el rastro de Filomena.
Coste millonario
Aunque eso sí, los costes de la nevada fueron millonarios para nuestro municipio, uno de los más afectados en toda España por el temporal. La ciudad fue declarada “zona catastrófica” por culpa de la nevada, que le costó 10.089.383,46 euros a Alcorcón, más otros 616.404,37 euros de gastos externos. Además, cerca de 10.000 árboles (el 30% del total de la ciudad) se vieron afectados por la nevada, mientras que las vías públicas y muchos de los edificios de Alcorcón también sufrieron daños millonarios. La nevada superó a todo y a todos y volvió a evidenciar una realidad: que siempre, siempre, estamos a merced de la naturaleza.
Fotografía principal: Club Natación Ciudad de Alcorcón