El joven futbolista, de 26 años, sufrió un cáncer hace unos meses, aunque ya está recuperado y ha vuelto a jugar. La gran historia de superación de José Ballano, exjugador del Alcorcón
Hace unos meses, el mundo del fútbol sala recibía un terrible varapalo. A José Ballano, capitán del Rivas Futsal y exjugador de la Agrupación Deportiva Alcorcón de fútbol sala masculino (o mejor dicho, del Fútbol Sala Ciudad de Alcorcón, como se conocía al club hasta hace algún tiempo), le detectaban un linfoma de Hodgkin en el cuello. Un cáncer linfático que obligaba al jugador, de solo 26 años, a hacer un alto en el camino para recuperarse.
Aunque el joven ha acortado los plazos al máximo posible. Gracias a su incansable trabajo, a su fuerza de voluntad, y a la labor de los médicos, el futbolista ya ha dejado atrás su enfermedad. Y también, ha regresado a las pistas. A finales de septiembre, realizó el saque de honor en el partido de Copa del Rey entre su equipo, el Rivas Futsal, y el AD Bargas de Toledo. Pocas semanas después, regresó a los entrenamientos, ovacionado por sus compañeros, y hoy vuelve a ser uno más en la dinámica del primer equipo ripense.
Es más, el futbolista, que también pasó por Inter Movistar, volvió a jugar hace unas semanas y ante su gente, en el encuentro que su equipo jugó en el Cerro del Telégrafo frente al Nueva Elda, el líder de la Liga. Sin duda alguna, una recuperación en tiempo récord que ha hecho de Ballano un auténtico ejemplo de perseverancia.
Su pasado en Alcorcón
Ballano estuvo en el Ciudad de Alcorcón en la temporada 2014/2015, la primera del conjunto alfarero en Segunda B. Con Ángel Sáiz a los mandos, la entidad amarilla no pudo evitar el descenso a Tercera División. Aunque unos años después volvería a subir. Y esta vez, para quedarse.
Este año, el club, ya como AD Alcorcón FS, es el segundo clasificado del Grupo 4 de Segunda B, por lo que está en la carrera para ascender a Segunda. Justo por detrás está Rivas Futsal, el club que celebra la vuelta de José Ballano, su mejor guerrero y que ha dado una lección de vida digna de suma admiración.
Fotografía principal: Joaquín Parejo Blanco