Desde mi Colmena en Alcorcón: En Alcorcón pasó algo increíble

Desde mi Colmena en Alcorcón: En Alcorcón pasó algo increíble

Nueva columna semanal sobre sucesos y personajes fantásticos que pueden alcanzar nuestros colegios. Desde mi Colmena en Alcorcón: En Alcorcón pasó algo increíble

En nuestra ciudad todos los días suceden cosas que no dejan indiferente a nadie: noticias que nos conmueven, nos estremecen, nos llenan de júbilo… o nos abaten. Algunas contienen en su trama ejemplos de integridad admirables: la heroicidad o la honradez de nuestros vecinos, la eficaz intervención de nuestros cuerpos sanitarios y/o de seguridad… Y todas nos llegan bajo una impecable narración al detalle, gracias a mis compañeros.

Pero también existen sucesos mágicos. Y hoy me erijo yo en redactora de noticias fantásticas para contaros esta, porque no me puedo resistir al cosquilleo que me produce.

El sábado que viene llega un suplemento diferente, ultra-terrenal, que ampliará generosamente la información sobre la noticia que, brevemente, voy a contar aquí. Y lo hace tomando la forma física de un cuento, con unos dibujos coloridos y chispeantes, pensados para los niños. Ha sido cuidadosamente escrito e ilustrado en la ultra-dimensional aldea mágica de Villacuentos (aunque formalmente ha pasado por Exlibric, una editorial de nuestro mundo a la que he dotado de conexión directa con aquella).

En ella conoceremos al detalle cómo nueve niñas de un colegio de Alcorcón unieron sus cuadernos y plumas para cumplir con una misión muy especial, en la noche en que se unen el mundo de los vivos y el de los muertos: la ancestral noche de Samhain que celebraban nuestros antepasados celtas y celtíberos, más conocida actualmente como Halloween.

Todo empezó cuando la magia que quiebra esa línea divisoria le sirvió a un personaje muy especial para cruzar igualmente de su mundo al nuestro: de Villacuentos a Alcorcón.

Y se coló en el colegio San José de Valderas; así, con toda la cara. La primera criatura a la que pilló en su camino fue la pobre Sara, que se llevó un susto tremendo porque, ciertamente, la presentación no fue muy cortés: para llamar su atención le ató las zapatillas a la silla. Mal comienzo.

Afortunadamente, no es cierto eso de que la primera impresión… etcétera (mira que nos gustan las muletillas aunque no tengan siempre razón ni sentido).

Como es natural, Sara contó con la ayuda de sus amigas. Casualmente, entre todas sumaban nueve: justo el número de pequeñas escritoras (o escritores) necesario para romper el hechizo. Sí, un hechizo, menudo regalito se trajo el personaje… Y ellas debían acabar con su maldición esgrimiendo sus bolígrafos con la mejor ortografía posible. Por suerte, nuestras chicas estaban a la altura de dicha misión ¡pues menudos profes tienen nuestros colegios de Alcorcón! El éxito estaba garantizado en ese aspecto, ¿qué podría salir mal?

Todas redactaron impecablemente lo que dicho personaje ―ah, que no lo he dicho, perdón: la brujita― necesitaba para recuperar la libertad. Bueno, es que menuda tenía liada la pobre… ya os enteraréis, ya…

¡Imaginaos el papelón en que se vieron estas chicas! Menos mal que contaron con la ayuda de ese profesor que no puede faltar en ningún colegio: ese que te cree, que confía en tus posibilidades, que se implica para impulsar tu proyecto por disparatado que sea, y finalmente aplaude tu vuelo. Ese fue su aliado decisivo para llevar a cabo tan disparatado cometido: desembrujar a una bruja.

Yo no pienso perdérmelo, y además me llevo material para que nos hagamos unos marcapáginas monstruosaterroríficahorrorosamente divertidos con los que señalar la página donde al peque ya le empiezan a bailar los ojos con el sueño… Son cincuenta y dos páginas. Yo no llego ni a diez al final del día, cuando la almohada me soborna con su suave y tibio roce, tras la dura rutina que todos vivimos…, y los peques no son menos, ¡pues menudo tute llevan en sus cuerpecitos!

Seguramente cada noche tratarán de completar en sus sueños la aventura vivida por nuestras nueve pequeñas alfareras, hasta que la lectura del cuento finalice.

¿Cómo lo hará? Aquí no os lo voy a contar. Mejor os espero… en la librería Nocturna de Libros (c/ Parque Bujaruelo, 15), el sábado 29 de octubre a las 12,00h.

Patricia Vallecillo es escritora y vecina de Alcorcón. Su último libro, ‘Las abejas de Malia: el maestro griego‘ se puede adquirir pulsando aquí y en la librería “Nocturna de Libros” de la calle Parque Bujaruelo, 15. Por otro lado, la segunda parte de la primera entrega, ‘Vidya Castrexa’, se puede adquirir en el siguiente enlace.

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