El dramaturgo es una de los autores mas representativos del teatro durante el siglo XX. La inmortalidad de Antonio Buero Vallejo en Alcorcón
Frente al Teatro que lleva su nombre, Antonio Buero Vallejo es uno de los dramaturgos españoles que ya son inmortales y esenciales para entender el siglo XX. Alcorcón puede disfrutar de su escultura realista en bronce en la Calle Los Robles, así como muchas otras actividades culturales en el recinto, que sin duda terminan por homenajearle cada día de forma indirecta.
De Rafael Muyor, esta inmensa figura contrasta con la solidez y profundidad de una mirada que ya es eterna en este país. Además, la relación entre esta y su obra es más que patente, tanto por la posición bajando unos escalones como por la cotidianidad que respira a cada segundo que se le observa. Simulando a su obra «Historia de una escalera», se pueden obtener múltiples significados si analizáramos esta escultura.
Por otro lado, como ya conocemos, o quizá deberíamos, porque no hay que dar nada por sentado, su teatro estaba lleno de un componente social, ético y moral, además de trágico, que cada vez menos se ve. Amantes o no del arte del siglo pasado, o bien del románico, gótico o incluso del clásico como un servidor, esta rama de las artes escénicas, o también entendido como un género literario, debería ser más reconocida.
Los reflejos de la sociedad en su representación
Su sociedad española y su tragedia del individuo es algo común en todas las obras de Buero, así como su teatro simbolista, el criticismo social y los dramas históricos, teniendo a otro personaje legendario como Francisco de Goya como protagonista en «El sueño de la razón». Nunca quiso más que abrir un diálogo con el pueblo para resolver problemas que les afectaban a todos, como las mentiras, injusticias y violencias que se vivieron en el siglo pasado.
De hecho, esto está representado en una de las esculturas que pasará a la historia de Alcorcón, ya que en su vida no quiso estar en lo alto, sino que bajaba de los peldaños para sentarse más cerca de su sociedad española. Esto es algo notorio, y demostrable, ya que siempre quiso hablar de los valores sociales como la esperanza y el perdón, así como de la negación de la realidad y otras taras mentales y físicas, algo central en su obra.
Los materiales del pasado histórico que utilizaba Buero, como defendía él: «es reinventar la historia sin destruirla», algo que se puede observar en la obra anteriormente mencionada. A su vez, utilizaba estas características para reflejar y criticar una sociedad, que desde los más altos niveles, no trajo la mayor de las prosperidades y libertades a España. El guadalajareño, como muchos otros, escribió versos inmortales que se entendieron sin lenguaje, como rezó Sharif.
Fotografías: Esther Montellano Díaz y Silvia Rincón García.
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