El baloncesto estadounidense llegó a nuestro municipio para dejar huella. El día que los Harlem Globetrotters visitaron Alcorcón
El baloncesto, el deporte que nació en 1891 de las manos de James Naismith, un instructor de deporte en la Asociación de Jóvenes Cristianos (TMCS). La ciudad de Springfield fue la que acogió la suerte de esta idea, ya que provocaba menos lesiones que el fútbol. Poco a poco, se fue popularizando por las universidades y colegios americanos a principios de siglo XX.
Aquí aparecen los Harlem Globetrotters, cuya fundación data del 1926 y ya han jugado más de 26.000 partidos en 123 países diferentes. Ellos mezclan el baloncesto con el entretenimiento y el show, por lo que sus partidos son de lo más divertido y diferente que se puede encontrar en una cancha. Por otro lado, al principio se denominaron como los Chicago Globetrotters, pero posteriormente se ‘mudaron’ a New York, para terminar llamándose como en la actualidad.
Su visita a Alcorcón
Mucho tiempo después, en el 1991, jugaron en el polideportivo Los Cantos, en nuestro municipio. En él, acudieron unas 2.000 personas para presenciar su partido de exhibición contra los Boston Sharocs, dentro de su gira mundial que realizaron por su 65º aniversario.
En el momento de su creación rompieron la barrera racial, ya que formaron un equipo para negros, cuando en Estados Unidos no estaba permitido. Cuando realizaron la visita a Alcorcón, también cambiaron otra norma al incorporar a una mujer al equipo, que, en total, estaba conformado por 30 jugadores.
Dentro del recinto, los niños fueron los que más formaron el público. A ellos, precisamente, fueron a quiénes les dedicaron las bromas e incluso les sacaron a la pista para que participaran con los jugadores, un verdadero sueño para los allí presentes. Este recuerdo inolvidable seguro que perdura en la mente de estas personas.
Esta gira se inició en Portugal, y a partir de ahí, viajaron a nuestra ciudad. Además, hicieron coincidir esta fecha con las fiestas patronales, por lo que se juntaron varias celebraciones juntas. Esta actuación, en concreto, fue la única que se realizó en la Comunidad, y las entradas costaban 1.000 de las antiguas pesetas para los adultos, y 500 para los más pequeños.