Nuevas columna semanal sobre las decisiones que tomamos al salir a dar un simple paseo. Apuntes desde Alcorcón: Pasear
Me he acostumbrado a dar largos paseos por Madrid río. Mi casa nueva no queda lejos. Siempre con mi amigo Jorge. A veces con mi amigo Soto. Siempre volvemos en metro. Tampoco vivimos tan cerca.
Se ha vuelto algo innegable en mí la doble naturaleza del paseo: la amena y la odiosa. El paseo físico por disfrute y voluntario, y el paseo interno por inquietud y obligatorio. Nunca regresa a casa la misma persona que se marchó, dispuesta a caminar un tiempo sin rumbo fijo. Atravieso nubes de mosquitos, estornudo por culpa de la alergia y me acuerdo de la polémica decisión de no traer más pañuelos de lo normal. Comparto espacio con ciclistas y runners. Ellos parecen tenerlo todo mucho más claro que yo.
Cada ciertos metros aparece un personaje o sucede algo que secuestra la atención, a veces modifica el trayecto físico y siempre emborrona la introspección. Me apoyo con fuerza y soltando un profundo suspiro en esos sucesos. Me sacan del trance. Me despiertan con una sonora palmada y me gritan que me fije en lo que tengo delante, que me lo estoy perdiendo. Y cuando regreso pienso que nada era para tanto. El camino se despeja y los mosquitos vuelan en los costados, no delante. Aparecen más pañuelos en el bolsillo.
El paseo físico te cansa, pero el paseo interior se empeña en rejuvenecerte. En espolearte. Te fija un horizonte y te dice que le cuentes la próxima vez que os veáis. Siempre es tarde para todo excepto al acabar de pasear. Todas tus decisiones eran erróneas excepto al acabar de pasear. Y nada tenía solución excepto al acabar de pasear. Lo confirmas todo contándoselo a quienes te acompañan. Su visto bueno es la señal definitiva.
No todo es perfecto después de pasear, pero sabes por dónde ir para tratar de que lo sea. Volver en metro mitiga el paseo físico. El cansancio se va. Lo que piensas mientras estás agarrado a la barra es lo que permanece.
AV
Alberto Viña es escritor y vecino de Alcorcón. De hecho, su primer libro «Relatos de taller», está realizado en colaboración con alumnos y alumnas del ‘Curso de Escritura Creativa’ del Centro Cívico Cultural Cooperante Margarita Burón. Este se puede encontrar en la siguiente página web, o en el mismo centro.
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