Alberto Viña nos trae una nueva columna semanal sobre la lucha entre la ilusión y la realidad. Apuntes desde Alcorcón: Lo que dura un cigarrillo
Igual el título os ha hecho pensar algo que no es así. No fumo, pero si lo hiciera, muy probablemente en el momento en el que escribo esto sí estaría fumando. Mirando por la ventana, con un brazo apoyado en ella y con el otro sujetando el cigarrillo. Sin prestar demasiada atención a dónde estuvieran cayendo las cenizas.
Leí en una ocasión a Enrique Ballester decir que el mejor día de las vacaciones es el día anterior a comenzarlas. Que nada iguala a la sensación que te inunda cuando sales del trabajo o del colegio sabiendo que mañana no tendrás que volver. Ni pasado. Ni al otro. Nada es mejor que la ilusión que nos genera. La comida nunca está tan buena como te la imaginas mientras la preparas. La película nueva de un director de renombre nunca empata a su obra maestra. Y, por supuesto, fumar nunca estuvo ni estará a la altura de la elegancia y el estilo que le confiere al fumador en cuestión.
Disfrutamos más de la ilusión que de la realidad. Más de la idea que del propio acto. El regalo suele ser mejor antes de desenvolverlo que después. Y a mí decidme egoísta o lo que sea, pero yo no prefiero regalar a que me regalen, como he leído mucho por ahí. Fomento y animo a que me regalen cosas porque ahora sé que hay personas que escogen dar antes que recibir, pero en pocos casos me veo a mí cambiándome los papeles por ellas. Supongo que, una vez más, no soy tan buena persona como me gustaría.
Con el acto de fumar pasa todo eso. Para este verano no me he propuesto fumar, pero sí quise retomar una vieja costumbre que teníamos en mi familia: grabar un disco con unas quince canciones para el viaje de ida a la playa. No conseguí convencerles y nos quedamos sin musiquita chula, pero el proceso previo me recordó mucho a lo que comentaba y le leí a Ballester. Antes de proponerle la idea a mi familia ya tenía estructurado el disco, el orden de las canciones, sus temas, los géneros… Fueron un par de horas de felicidad genuina. Pero no conseguí materializarlo en la experiencia posterior. Al final terminé haciendo una playlist solo para mí. Podéis pedírmela si queréis.
¿Y si el disco de canciones de verano es en realidad los amigos que hacemos por el camino? ¿Y si es la sonrisa al descubrir lo bien que transicionan dos canciones? ¿Y si es imaginar la cara de tu hermano al comenzar a escuchar una canción que quemasteis de pequeños? O peor aún: ¿y si con esta columna ocurre lo mismo, que es mejor antes de que entréis a leerla que una vez la habéis leído? Espero de verdad que si hay una excepción a la regla de que es mejor la ilusión que la realidad sea esto último.
No sé cuánto tiempo aguanta un cigarrillo antes de ser fumado por completo. Seguramente menos de lo que he tardado yo en escribir todo esto. Me he imaginado apoyado en la ventana esparciendo cenizas totalmente indolente y hasta me han entrado ganas de fumar. Pero no lo haré. Supongo que esta vez la idea, la ilusión, se impondría también a la realidad.
Alberto Viña es escritor y vecino de Alcorcón. De hecho, su primer libro “Relatos de taller“, está realizado en colaboración con alumnos y alumnas del ‘Curso de Escritura Creativa’ del Centro Cívico Cultural Cooperante Margarita Burón. Este se puede encontrar en la siguiente página web, o en el mismo centro.
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