El joven cocinero, de 31 años, falleció en la madrugada del miércoles al jueves. Muere Manu, el chef de Mi Candela, de forma repentina en Alcorcón
Noticia devastadora la que ha tenido lugar en las últimas horas en Alcorcón. Manuel Alejandro J. V., un joven vecino de la ciudad, de 31 años y al que todo el mundo conocía como Manu, falleció de forma repentina en la madrugada del miércoles al jueves, sin que nada pudiera hacerse por salvar su vida.
El joven trabajaba como chef en Mi Candela, taberna ubicada en el número 76 de la Avenida de las Retamas. Tal y como ha podido saber este medio, Manu volvía en patinete a su domicilio, que se encuentra en el barrio de Fuente Cisneros, en torno a las 04:30 de la mañana. Sin embargo, durante el trayecto, se empezó a sentir mal y se sentó en el bordillo de la acera de la Avenida Esteban Márquez, en las proximidades del Estadio Municipal de Santo Domingo.
El joven se sintió indispuesto
Según fuentes oficiales han confirmado a alcorconhoy.com, por allí pasó un camión de ESMASA, la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón, que vio indispuesto al cocinero. Los trabajadores le preguntaron si se encontraba bien. El chef, haciendo gestos, respondió que sí. Una hora después, sobre las 05:30, el mismo vehículo volvió a pasar por la zona. Aunque ahora, Manu estaba tumbado en el suelo, inmóvil.
Tras ello, los operarios de ESMASA llamaron a Emergencias. Hasta el lugar de los hechos se trasladaron efectivos de Policía Nacional y de SUMMA 112, aunque el joven había entrado en parada cardiorrespiratoria. Los sanitarios hicieron todo lo posible por reanimarle, pero fue imposible. El varón falleció, con solo 31 años.
Ahora, la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación. A esta hora, se desconocen las causas de su deceso. Tal y como ha podido confirmar alcorconhoy.com, no hay indicios de que el joven se cayera del patinete y sufriera ningún tipo de accidente.
Gran conmoción
El fallecimiento de Manu ha caído como una losa sobre la ciudad de Alcorcón. El joven, que nació en Ecuador pero que llegó a España hace un largo tiempo, deja una niña de doce años, así como a su novia. Y a su otra gran familia: Mi Candela, donde siempre estaba dispuesto a atender con su mejor sonrisa a los clientes del establecimiento.
De hecho, la forma de cocinar de Manu era uno de los grandes reclamos de Mi Candela. Hace unas semanas, quedó finalista en el certamen ‘Alcorcón, Cultura Gastronómica’ con su aguachile de langostinos, una delicia marca de la casa. Gran trabajador y persona de lo más servicial, su recuerdo será imborrable en la ciudad de Alcorcón. Descanse en paz, Manu.
Fotografía principal: alcorconhoy.com
