Un vehículo termina en mitad de un descampado por culpa de las indicaciones del navegador y tiene que ser remolcado por las autoridades. La mala pasada que le jugó el GPS a un conductor en Alcorcón
En ocasiones, la tecnología, cada vez más implementada en el día a día, juega muy malas pasadas. Un claro ejemplo de ello fue lo que le sucedió este martes 2 de noviembre a un conductor de Alcorcón, que acabó accidentado en mitad de un descampado de la ciudad por seguir las indicaciones de su navegador.
Tal y como han señalado desde la Policía Municipal de Alcorcón, el conductor iba circulando mientras seguía las indicaciones de su GPS. Y en un momento dado, el dispositivo le hizo desviarse por un camino rural. El piloto obedeció, y, al poco tiempo, su coche cayó por un terraplén en la citada vía.
La tecnología no siempre es una ayuda
Tras ello, el conductor tuvo que requerir de la asistencia de las autoridades, que se desplazaron hacia la zona para ayudarle y poder sacar al vehículo de allí. Una premisa que hubiera sido imposible, sin el auxilio de los agentes de Policía Local que se trasladaron hacia el lugar de los hechos.
Seguir al pie de la letra los avances derivados de la tecnología, viendo lo visto, no siempre es una buena opción. A menudo, los GPS encuentran rutas más rápidas por vías secundarias o caminos rurales, que no siempre se pueden seguir. O que complican incluso más los trayectos que las carreteras convencionales.
Hace algunos años, se hizo viral la historia de una mujer belga que condujo durante 1.450 kilómetros por un fallo en su navegador. La señora, que debía ir desde su casa, en la localidad de Hainault, hasta la ciudad de Bruselas (ambas, separadas por unos 150 kilómetros), terminó llegando hasta Zagreb, capital de Croacia. “Iba distraída y siguiendo al GPS. Solo pisaba el acelerador, hasta que de repente aparecí en Zagreb y por tanto, ya no estaba en Bélgica”, señaló la mujer entonces.
