El dueño visitó alcorconhoy.com. Fernando Espadas, de la Floristería Las Camelias: «Las rosas son las flores que más se venden en Alcorcón»
Fernando Espadas lleva toda la vida rodeado de flores. «Las Camelias» es una de las empresas con más solera de Alcorcón. No hay Día de San Valentín o Día de Todos los Santos sin que se vean grandes colas a las puertas de sus tiendas en la C/ Nueva o en la Plaza de los Príncipes de España. Hemos hablado con él.
- Comencemos echando la vista atrás, Fernando. Tus padres vinieron a Alcorcón desde Castilla La Mancha, ¿verdad?
Sí, mi padre era de Toledo y mi madre de Daimiel. Mi padre trabajaba en un almacén de flores y acabaron montando una floristería en Daimiel. Era muy pequeñita, apenas tenía 17 metros cuadrados. Mi padre se encargaba un poco más de todo el tema logístico y administrativo y mi madre y mi tía era las floristas.
- ¿Cuál es tu primer recuerdo en el mundo de las flores?
Yo recuerdo aquella floristería tan pequeña, recuerdo a mi padre con la furgoneta llevando flores y plantas desde Madrid. Yo acompañaba a mi padre los fines de semana ayudándole a descargar y a regar las plantas. Tal vez, el primer recuerdo que tengo de haber hecho un ramo de flores o una composición es de cuando tenía cuatro o cinco años. Yo imitaba a mi madre y mi tía, recuerdo que en aquella época los ramos se envolvían con papel albal. Ahora es impensable. ¡Pero hasta las novias lo llevaban así! Nuestra floristería era tan pequeña que no cabían todas las flores que teníamos, de hecho, mi abuelo tenía que ir trayendo más en su bicicleta desde un patio en el que íbamos almacenando más flores.
Yo tengo la suerte de haber aprendido a ser florista sin darme cuenta. Empecé a andar con flores entre medias. Recuerdo la festividad de Los Santos trabajando con seis o siete años prácticamente toda la noche para llegar a todos los pedidos. Mi madre se enfadaba conmigo, pero a mí me gustaba.
- ¿Cómo llegan Las Camelias a Alcorcón?
Yo quería ser médico, fíjate. Sacaba muy buenas notas, pero con quince años yo tenía claro que a mí lo que me gustaban eran las flores. Mis padres tenían un poco de miedo, querían que siguiera estudiando, pero hice unos cursos en la Escuela Española de Arte Floral y se me daba tan bien que incluso me llevaron a Alemania, a la Feria de Essen. Allí la gente flipaba conmigo. Miles de personas, me hablaban en inglés, y yo representando a España tan orgulloso. Mis padres montaron en Alcorcón Las Camelias y mi madre y yo llevábamos la floristería. Yo por la mañana iba al instituto y por la tarde trabajaba. Las cosas empezaron a ir bien y mis padres contrataron a una chica que, por cierto, a los tres meses se convirtió en mi novia y que hoy por hoy es mi mujer. Todo fue rodado.
Los primeros santos que yo pasé aquí fueron impresionantes. Tres días con sus tres noches sin salir de la tienda. Yo tenía dieciocho años. Mi mujer y yo, mano a mano trabajando sin parar. Detrás del éxito de Las Camelias hay mucho, mucho, trabajo.
- ¿Por qué el nombre de Las camelias y no de otras flores?
Las camelias es mi tercer apellido ya. Cuando tenía tres años mis padres pusieron «Las Camelias» a su pequeña floristería del pueblo. Muchos años después, en 1997, tuvimos muy claro que esta floristería de Alcorcón se tenía que llamar igual.
«Detrás del éxito de Las Camelias hay mucho, mucho, trabajo»
- ¿Qué es más difícil? ¿Cuidar las flores y plantas o cuidar a la clientela?
Cuidar a la clientela es como un examen diario. Con los clientes puedes hacer tu trabajo bien y si de repente en el último encargo fallas, todo se cae. Yo te confieso que sigo poniéndome un poquito nervioso con cada proyecto. Es una verdadera responsabilidad. Es un trabajo precioso, pero más importante de lo que parece.
Eso por parte de los clientes, y en cuánto a las flores, digamos que todo es más mecánico. Las flores llevan un mantenimiento importante, eso sí. Hay que regarlas, ahora menos, pero en verano todos los días y a veces dos veces.
- ¿Por qué necesitamos flores en los momentos más importantes de nuestras vidas?
Desde la prehistoria las flores tienen un papel importantísimo. En los entierros de los primeros humanos ya había flores. Somos afortunados porque las flores están siempre en nuestros mejores momentos. Aunque también están en los más tristes, claro. Como floristería, estamos en la cronología del ser humano. Cuando nace un bebé, cuando se empieza un noviazgo, en la boda y también, desgraciadamente, cuando nos despedimos del mundo. Yo a veces estoy hablando aquí de una boda, y a los cinco minutos de un entierro. Con las flores somos capaces de expresar un «te quiero» sin palabras. Es una gran responsabilidad, que va más allá de lo profesional.
- Me imagino que después de tantos años al frente de Las camelias tendrás más de una anécdota entrañable. ¿Recuerdas alguna con nosotros, Fernando?
La verdad es que sí… pero mira, soy campeón de España de Arte Floral, soy sexto del mundo en Shanghái, en China, pero hay algunas experiencias que para mí son más importantes que esos premios. Pueden sonar tristes y seguramente lo son, pero me marcaron muchísimo. Recuerdo una persona que me dijo que se iba a casar con urgencia porque su madre tenía cáncer y quería casarse antes de que falleciera. Era una boda pequeñita, de apenas treinta y cinco personas. Puse toda la carne en el asador con velas, con pétalos, las flores más bonitas que os podéis imaginar. Cuando falleció la madre fui a acompañarlos al tanatorio y el muchacho me abrazó y me dio las gracias por haber contribuido a que fuera uno de los días más bonitos para su madre.
En otra ocasión recibí una llamada a punto de cerrar la floristería. Me dijeron con voz entrecortada y medio llorando que si podía venir a elegir un ramo para una chica que se iba a casar en un par de horas. Entendí que era algo importante y por supuesto esperé a esa persona. Me contó que una chica que estaba en el Hospital de Alcorcón estaba a punto de fallecer y antes de que ocurriera el fatal desenlace quería casarse. Con toda la celeridad del mundo elaboré el ramo de flores más hermoso que pude y poco tiempo después se casaron en la habitación del hospital. Al día siguiente la novia falleció.
En ambos casos la responsabilidad que sentí fue enorme. Fue un verdadero honor estar en esos casos tan especiales.
«Somos afortunados porque las flores están siempre en nuestros mejores momentos»
- ¿Cuál es tu rincón favorito de Alcorcón?
Soy feliz yendo al Parque Polvoranca y dando un paseo con mi perro, dando de comer a los patos, disfrutando de sus árboles… Suelo ir entre semana, que hay poca gente. Camino y camino y ahí cargo las pilas.
- ¿Cuáles son las flores que más se venden en Alcorcón?
Las rosas son las flores estrella, sin duda. Las rosas, aunque es una flor cara, es una flor que se asocia al amor, a la belleza, además es una flor que dura. También, en los últimos años, están de moda las orquídeas. Es una planta muy agradecida, elegante, muy bonita, muy exótica…
- ¿Cuál es la flor que no has visto y te gustaría ver?
He visto prácticamente todas. Ten en cuenta que he viajado por medio mundo de feria en feria. Te contaré que me emociona ver plantas que habitualmente no echan flores y que de repente florecen. Esas plantas verdes que de un día para otro te dan una sorpresa. El tronco de Brasil, por ejemplo, de repente florece y es una pasada.
- Fernando, habéis conseguido que la Feria «Say yes», que habéis celebrado este año en la Finca La Alquería, sea un verdadero éxito.
Hace como ocho años yo hacía jornadas nupciales en mis tiendas. Invitaba a las novias, las convocaba y eran un rotundo éxito. Venían novias de todas partes de la Comunidad de Madrid. Era increíble. Así que poco a poco me junté con tres empresarios de Alcorcón y empezamos a dar forma a algo más elaborado. La primera edición fue sin ánimo de lucro y fuimos creciendo año a año. Somos un referente hoy por hoy. Hay cola para participar. Nosotros buscamos proveedores exclusivos, un proveedor por sector. Un proveedor serio con relevancia. No es una feria al uso. Los novios que vienen se quedan con la boca abierta.
- ¿Los alcorconeros compran más por internet o les gusta venir a Las camelias?
Ha habido un cambio brutal después del coronavirus. La venta online se ha disparado. Antes de la pandemia vendíamos un 10% a través de la web y ahora hemos pasado a un 40%. Al principio la gente era muy reticente, pero la verdad es que funcionamos muy bien a través de nuestra web. El cliente está contentísimo y repiten. Pero claro, también les gusta venir aquí, saludarnos, preguntarnos, pedirnos consejo, asesoramiento…
- Muchísimas gracias por atendernos, Fernando y sobre todo, gracias por llenar Alcorcón de vuestras preciosas flores.
Muchísimas gracias a vosotros y enhorabuena por este nuevo número de alcorconhoy en papel.
Fotografías: Joaquín Parejo.
*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o de las imágenes que aparecen en este artículo.
Si tienes una empresa y quieres anunciarte en alcorconhoy.com, pulsa aquí para saber cómo puedes hacerlo.
Sigue a alcorconhoy.com en Twitter, Instagram y Facebook.
Sigue toda la actualidad de Alcorcón en alcorconhoy.com