La escultura del municipio expone significados ocultos y también claros. El espíritu de la Constitución española en Alcorcón
La escultura de Alcorcón entraña secretos y expone significados trascendentales para la historia de España, y termina siendo imperdible para los ciudadanos. En este caso, y siendo 6 de diciembre, aniversario de la Constitución española de 1978 y una de las tres más importantes del país, disfrutar de una representación ideal de la misma en el arte es algo prácticamente obligatorio.
Siendo un homenaje a este periodo, erigir una escultura así representando este acuerdo político en base a unas normas básicas de convivencia social, es necesario. La importancia de indicar el nexo de unión ciudadana a partir de los derechos y obligaciones que establece, recordando por la figura que ostenta este conjunto artístico, a la ya famosa representación de la ‘Libertad guiando al pueblo’ de Eugène Delacroix sobre las revoluciones de 1830.
Imágenes clásicas sobre los géneros
La elección de una figura femenina para representar este espíritu de la Constitución de 1978 es una mera asociación con el género de la palabra, pero el resto de elementos de la escultura se refieren de una forma más abstracta a lo representado. En cualquier caso, la exposición del texto constitucional hacia los ciudadanos con la postura que adopta es muy significativa, ya que el contenido descansa sobre la rodilla izquierda, y con el brazo derecho se muestra al resto.
Esta imagen clásica cuadra a la perfección con el significado de la Constitución, que establece un orden y unas reglas a seguir por todos los ciudadanos del país. De hecho, el arte de la Grecia prehelénica pretendía alcanzar un equilibrio y una perfección a través de un canon que era obligatorio de seguir para todos. Asimismo, Policleto, uno de los grandes arquitectos de este periodo clásico en el país griego, fue quien comenzó a tratar este concepto en su libro «Kanon«, ya perdido en el tiempo.
Cunas y lazos entre tiempos
La escultura, al igual que la pintura, establece un lazo entre el presente y el pasado, siendo los dos artes con más potencia y significado que quiere exponer. En este caso, la figura humana que representa expone el avance en todos los ámbitos mediante un texto constitutivo que también supuso el cierre a una etapa oscura y dañina para la historia de España. La democracia moderna y la griega clásica son completamente diferentes, tanto por el contexto en sí, como porque la última de ellas era completamente directa, debido a que «el pueblo era limitado» para participar en ella.
De las diez constituciones que posee España en su historia, descartando las ‘non nata’ de 1856 y 1873 con aquel proyecto federal que no se llevó a cabo y sin contar el Estatuto de Bayona de 1808, la de 1978 fue un antes y un después en el país. Junto a la primera promulgada en las Cortes de Cádiz en 1812 con el espíritu del cambio, la de 1931 siendo revolucionaria en el continente reconociendo amplios derechos que anteriormente no se hizo, la actual vigente se formuló mediante un afán de crear un estado nuevo, rompiendo con el pasado y dibujando un brillante futuro.
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