Se cumple una década del día en que pereció el párroco de San Juan de Mata, muy querido en toda la ciudad. Diez años sin el Padre Zurita en Alcorcón
El pasado 7 de mayo, se cumplieron diez años de un día muy triste para Alcorcón. Y en especial, para el barrio de San José de Valderas. El Padre Alfredo Zurita, el rostro al frente de la Parroquia de San Juan de Mata –y por ende, también de las actividades religiosas del Colegio Santísima Trinidad–, fallecía en el Hospital 12 de Octubre, en torno a las 14:00 del mediodía. Allí se encontraba luchando por su vida, después de haber sido atropellado un día antes por un autobús urbano.
Y es que el viernes 6 de mayo de 2011, sobre las 12:00, ‘Zuri’, como todos le conocían en el barrio, fue golpeado por un bus mientras cruzaba por un paso de peatones en el cruce de las calles Betanzos y Ribadeo. A consecuencia del impacto, el sacerdote cayó al suelo y se golpeó en la cabeza, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo. Tras ello, los sanitarios le trasladaron al 12 de Octubre, donde finalmente pereció.
Una vida de servicio
El Padre Zurita, de 66 años, llevaba la mitad de su vida, 33 (la edad de Jesucristo, curiosamente), como párroco en San Juan de Mata. Se trataba de un hombre muy querido en el barrio y en toda la ciudad. Siempre solidario y devoto de las causas de los más desfavorecidos. Prueba de ello es que, en el momento en que sufrió el accidente, estaba de camino a llevar la comunión a sus domicilios a los fieles que estaban enfermos.
‘Zuri’ era un hombre carismático, bondadoso, alegre y agradable. Era habitual verle en bicicleta por el barrio, con sus sandalias franciscanas y su amplia sonrisa. De gran envergadura y corazón, siempre se desvivió por ayudar a cualquiera que lo necesitase. Y también por sus fieles de San Juan de Mata y los estudiantes del Colegio Santísima Trinidad, Los Trinitarios, en el que era poco menos que una institución.
De acuerdo con su parroquia y con Policía Local de Alcorcón, más de 6.000 personas acudieron a su funeral, celebrado el lunes 9 de mayo en San Juan de Mata. Muchas de ellas, además, ni siquiera eran religiosas, pero apreciaban a ‘Zuri’ por esa simpatía y amabilidad que siempre irradiaba.
Homenajes en su memoria
Tras su deceso, los vecinos improvisaron un altar al párroco, y llenaron de velas y flores el paso de cebra en el que fue atropellado. Un ritual, por cierto, que todavía continúa a día de hoy. Además, el colegio y la parroquia también pusieron en marcha el Memorial Padre Zurita, un evento deportivo en honor del párroco que se celebra cada año en la ciudad.
Asimismo, el Ayuntamiento de Alcorcón construyó un monumento en su memoria, justo en frente de la Parroquia de San Juan de Mata. Y también le dio el nombre del Padre Zurita al centro ocupacional y residencia que está en la Calle Viena, 2 y que lleva el rostro del sacerdote grabado en la fachada. Este centro se encuentra a medio camino entre la Estación de Alcorcón Central y el Cementerio Municipal de Alcorcón.
Un lugar, por cierto, el cementerio, que llenaron durante ese fin de semana todas aquellas personas que conocían a ‘Zuri’, un auténtico referente del barrio y de la ciudad. Diez años después de su fallecimiento, su huella en Alcorcón sigue bien marcada. Descanse en paz, Zuri.
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