El fútbol español se vistió de amarillo. Un Segunda B consiguió desplomar al todopoderoso Real Madrid. Anquela y su ejército consiguió lo impensable. Diez años del Alcorconazo.
Pisas el césped de Santo Domingo estos días y piensas “¿Sería ahora posible? Uff muy difícil”. Esta charla que teníamos en el campo del Alcorcón dos compañeros de prensa hace unos días la habrá tenido mucha gente. Hace diez años del Alcorconazo. Una década de aquel 4-0 del Alcorcón al Real Madrid que puso de relieve que, a veces, David vence a Goliath. Diez años del Alcorconazo que demostró que con fe, esfuerzo y trabajo… Los sueños se pueden cumplir. Hace 10 años el Real Madrid de las estrellas abandonó su feudo en plena Castellana y se acerco al sur metropolitano. El resultado, uno de los mayores ridículos de su historia. Un modestísimo Alcorcón de Segunda B le ganó por 4-0. Desde entonces Santo Domingo es el estadio donde se fraguó el Alcorconazo.
La Copa del Rey, adicción a las sorpresas
Cuando la diosa fortuna juntó en Copa del Rey al Real Madrid y Alcorcón nadie esperaba que sucediera lo que pasó. Alegría en el vestuario alfarero por visitar el Bernabéu. Jugadores modestos como Anuarbe, Sergio Mora, Ernesto, Borja o Rubén Sanz iban a tener la oportunidad de visitar un templo del fútbol después de toda una vida jugando.
Esos obreros del fútbol hicieron lo inimaginable. Consiguieron lo imposible. Como decía Rubén Sanz años más tarde “Teníamos mucho respeto al Real Madrid”. Y también muchas ganas de hacerlo bien, con cabeza y fe en lo que hacían. Fueron un ejemplo de pundonor. Por eso, su hazaña, diez años después sigue teniendo toda la vigencia y la admiración de todo el mundo.
Ese 27 de octubre era especial. Venía el Real Madrid a la ciudad. Santo Domingo engalanado con gradas supletorias. El Alcorcón con la modestia y la ilusión de hacer un buen papel. La ciudad con las ganas de disfrutar. Y lo hicieron de lo lindo.
Un baile amarillo
Lo que se vio en el campo, futbolísticamente hablando, fue un baño. Un baño amarillo. Aquella noche jugaron por parte del Alcorcón: Juanma; Rubén Sanz, Iñigo López, Borja Gómez, Nagore; Rubén Sanz; Ernesto Gómez (Jeremy, min.65), Sergio Mora, Fernando Bejar (Carmelo, min. 75); Diego Cascó y Borja Pérez (Bravo, min.82). Ellos creían en lo que hacían. Fue un equipo cómplice, maduro, alegre, ordenado… y por encima de todo se divirtió con la ocasión que le daba el destino.
En lo eminentemente futbolístico Anquela mandó a los suyos hacer una presión alta, recuperación rápida, velocidad en banda, acabar jugadas y probar a Dudek. ¿Y el Madrid qué? Pues Pellegrini salió con todo. Dudek; Arbeloa, Albiol, Metzelder, Drenthe; Mahamadou Diarra, Guti (Gago), Van der Vaart; Granero (Marcelo); Raúl (Van Nistelrooy) y Benzema. Solo le sirvió para hacer el ridículo. Florentino se tocaba la frente y Pellegrini resoplaba en el banquillo. Fue el principio del fin para el chileno y para algunos jugadores.
La que hemos liado
Anquela fue de los primeros en percibir la importancia de lo logrado. Camino de vestuarios le recuerdo decir “La que hemos liado”. Bien gorda Míster. Televisiones, prensa, radios de todo el mundo conectaron en directo con Alcorcón esos días. En los bares y plazas no se hablaba de otra cosa y el Ayuntamiento decidió que el equipo merecía una recepción por la hazaña que habían hecho. Quien escribe estas líneas tuvo el honor y privilegio de presentar el acto. El autobús descapotable salió desde Santo Domingo por la tarde, de día, sobre las 17:30 – 18:30 y llegó de noche al Ayuntamiento. Alcorcón se echo a la calle. Los jugadores no se lo creían. Les parecía imposible que las cámaras de televisión, la prensa y la afición estuvieran ahí por ellos. Lo estaban. Cada uno salió al balcón emocionado. Habían conseguido el Alcorconazo. Eliminaron al Real Madrid. La mayor hazaña deportiva de la ciudad hasta ese instante. Así recordó el Club el 5º aniversario.
¿Quiénes quedan en el Alcorcón? Muy pocos. Titi, el utillero, Fidel y Ángel del departamento de prensa y casi nadie más. Ese Alcorcón, esos artesanos del balón, currantes del fútbol. Ellos, nos hicieron creer que todo es posible. Que en el fútbol como en la vida los sueños se pueden cumplir. Una ciudad, un equipo, un lema “Hasta el último minuto del último partido”.
Nada como el ascenso
Fue un día grande. Pero para alcanzar esos días es necesario trabajo y sentido común. Algo que siempre puso sobre la mesa Anquela, el entrenador, y Esteban Márquez, el Presidente. Meses más tarde el Alcorcón consiguió “in extremis” el ascenso a Segunda División. Entonces un dirigente del Club me comentó “Ahora sí que estamos viviendo el día más importante en la historia del Club. La Liga es lo que te da de comer y no el Real Madrid”. El Real Madrid les hizo creer. Pero el ascenso fue lo más importante. Lo dicho, sentido común.
Gracias Alcorcón, gracias por hacernos creer. #VamosAlcor
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