La conexión de Alcorcón con el envenenamiento masivo y letal del aceite de colza

La conexión de Alcorcón con el envenenamiento masivo y letal del aceite de colza

Hace cuarenta años, más de 4.000 personas fallecieron en España por la ingesta de este producto, que tiene una curiosa relación con nuestra ciudad. Este martes, un grupo de afectados por el mencionado artículo se manifestó en el Museo del Prado y amenazó con suicidarse en directo. La conexión de Alcorcón con el envenenamiento masivo y letal del aceite de colza

Este martes se despertó movido en la ciudad de Madrid. Un grupo de víctimas del aceite de colza se presentó en el Museo del Prado. Una vez allí, decidieron encerrarse en la Sala de Las Meninas, desde donde enviaron un mensaje al mundo entero: o les recibía Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, o retransmitirían en directo su suicidio, delante de toda España.

Una petición, la de ser atendidos o por el Ejecutivo central o por la Casa Real, que es un viejo reclamo de este colectivo, que ha denunciado en multitud de ocasiones que las instituciones nunca se han volcado con su problema. Sin embargo, tampoco ahora serán recibidos por el Gobierno de Sánchez. O al menos, eso parece. Y es que horas después, la Policía Nacional consiguió desalojar del museo a esta agrupación, en una operación que se saldó con dos detenidos.

Cuarenta años de tragedia

La conexión de Alcorcón con el envenenamiento masivo y letal del aceite de colza
La conexión de Alcorcón con el envenenamiento masivo y letal del aceite de colza. Interior de los almacenes de Raelca. Fotografía: Ayuntamiento de Alcorcón

Un producto, el aceite de colza, que causó hace justo cuarenta años uno de los mayores envenenamientos en la historia de España. En 1981, y en cuestión de días, los hospitales madrileños y de otras regiones españolas se colmaron de pacientes que presentaban síntomas como fiebre, fatiga, tos, manchas, somnolencia, jaquecas y problemas al respirar. Tras ello, las autoridades empezaron a investigar y llegaron a un denominador común: todos los afectados vivían en barrios humildes y habían consumido el mismo aceite en sus comidas.

Al poco tiempo, los investigadores alcanzaron la conclusión de que, por ahorrar en su compra, todas estas personas habían adquirido el producto en puntos que nada tenían que ver con los grandes supermercados. Algunos lo habían comprado en mercadillos ambulantes. A otros, se lo vendieron puerta por puerta. Y también hubo quienes lo adquirieron en puntos de venta fraudulentos.

Las pesquisas continuaron, y dilucidaron que todas estas personas habían obtenido el artículo pensando que se trataba de aceite de oliva. Pero no era así, sino que era aceite de colza, utilizado principalmente para usos industriales y en tareas como el alumbrado. Eso sí, el producto, que no tenía etiquetas ni ningún tipo de control de calidad, estaba desnaturalizado. Pero contenía una sustancia tóxica, la anilina, componente letal, y que provocó el envenenamiento de miles de familias, que fueron víctimas del conocido como el «síndrome del aceite tóxico».

El papel de Raelca

‘La colza’, como se empezó a conocer comúnmente al producto, se acumuló de forma masiva en Alcorcón. En una empresa conocida como Raelca o Almacenes Rael y que fue uno de los mayores depósitos del producto. A día de hoy, todavía queda algún rastro de la nave en la Calle Ebanistas, en el Polígono Urtinsa. Desde allí, se manipulaba y trataba este aceite de colza para tratar de darle un uso alimenticio. Sin embargo, los resultados fueron fatídicos.

En julio de 1981, la Policía Judicial dictaminó que RAPSA, refinería de aceite de pescado de San Sebastián de los Reyes, había distribuido a Raelca varias toneladas de aceite de colza desnaturalizado para que fuera refinado y mezclado con grasas comestibles. Un movimiento que, a la postre, fue el culpable de esta intoxicación masiva.

La conexión de Alcorcón con el envenenamiento masivo y letal del aceite de colza
La conexión de Alcorcón con el envenenamiento masivo y letal del aceite de colza. Imagen exterior de Raelca.

Varias personas fueron detenidas y encarceladas por lo sucedido, aunque lo cierto es que nunca se hizo verdadera justicia con las víctimas. Se estima que esta epidemia causada por el aceite de colza se cobró la vida de más de 4.000 personas, de forma directa, de acuerdo con datos del Ministerio de Ciencia e Innovación. Asimismo, cerca de otras 30.000 terminaron afectadas de un modo u otro por la ingesta de este aceite. Y algunas de ellas, quedaron con secuelas muy graves. Un importante número de víctimas, además, eran de Alcorcón, que fue una de las ciudades más afectadas por esta epidemia.

Miles de muertos y afectados

Raelca cerró tras el desastre, aunque su sede continúa a día de hoy en Alcorcón, en un edificio abandonado y sin actividad desde hace décadas, que está tapiado y precintado por orden de la Audiencia Nacional. En julio de 2019, el Ayuntamiento del municipio, apoyándose en la “peligrosidad” que el producto podía tener para los vecinos, solicitó a la Comunidad de Madrid la retirada de los más de 200 metros cúbicos que quedaban de aceite de colza en el almacén.

Unos meses más tarde, el Ejecutivo regional actuó y, con todas las medidas de seguridad pertinentes, se llevó este producto de Alcorcón. La ciudad, en ese sentido, que almacenó grandes cantidades de este funesto producto, causante de una de las mayores epidemias de la historia moderna de España.

Fotografía principal: alcorconhoy.com

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