El varón murió por un fuerte golpe en la cabeza y las pesquisas apuntan a que pudo ser torturado. Nuevos detalles sobre el joven asesinado de forma macabra en Alcorcón
Este lunes, informábamos en alcorconhoy.com al respecto del hallazgo del cadáver de un hombre en una caseta de una empresa de venta y alquiler de autocaravanas de Alcorcón, ubicada en la Avenida San Martín de Valdeiglesias. El varón fue encontrado muerto, atado de pies y manos y con veinte puñaladas por todo el cuerpo. Aunque ahora, se han conocido más detalles al respecto de su asesinato.
Según informa Europa Press, el joven, de 27 años (y no de 26, como se informó en un primer momento) murió tras recibir un fuerte golpe en la cabeza. Es decir, que las cuchilladas y cortes solo sirvieron para prolongar su agonía. Por ello, de acuerdo con ABC, las autoridades trabajan con la hipótesis de que el hombre pudo ser torturado, antes de recibir el impacto en la cabeza que acabó con su vida.
Las investigaciones apuntan a alguien cercano a la víctima
Asimismo, este último diario también asegura que el hombre, de nacionalidad brasileña, nacido en 1994 e identificado con las iniciales A. D. S., era una persona sin hogar, que solía pernoctar en la caseta prefabricada en la que fue hallado muerto. El cadáver fue encontrado en torno a las 13:20 del mediodía del pasado jueves 24 de marzo, por un empleado de la empresa de caravanas. Y esta persona fue quien dio el aviso a las autoridades, que se trasladaron hasta el lugar de los hechos para iniciar las pesquisas. Por entonces, el varón, que estaba indocumentado, apenas llevaba unas horas muerto.
Las primeras investigaciones ponen el foco en el círculo del fallecido, pues las pesquisas apuntan a que el joven conocía a su asesino o asesina. El principal móvil del crimen, en ese sentido y ante el ‘modus operandi’, parece que era una venganza o un tema personal, por lo que la hipótesis del robo está casi descartada. La Policía Nacional está interrogando a las personas más cercanas del varón y revisando las cámaras de seguridad de la zona, en busca de nuevas pistas.
Fotografía principal: Silvia Rincón