Esta joven de 30 años, productora y guionista, escribió este año su nombre en los Premios Goya y entre los referentes culturales de la ciudad de Alcorcón. María Herrera, de San José de Valderas al escenario más importante del cine español.
Hablar con María Herrera es embriagarse a través de su voz de la chispa, la luz y los sueños de una mujer de 30 años que te deslumbra con su alegría, pero, especialmente, con la claridad de sus ideas. Una mujer que con solo 30 años sabe perfectamente el difícil mundo en el que se ha metido por pasión y devoción y también aquel recorrido por el que quiere pasear en el futuro. María Herrera es cineasta. Cuánto trabajo duro hay detrás para que este juntaletras pueda escribir esta frase. Ella es productora (según los Goya de las mejores del país), guionista y participa también en la dirección. Herrera acaba de llegar de Nueva York gracias a una beca de La Caixa. Allí ha seguido formándose y también ha podido grabar un nuevo corto. Este 2023 ha sido muy especial para ella. Gracias a ‘Arquitectura Emocional 1959’ consiguió subirse al escenario de los Goya para recoger al cabezón más anhelado de España. Un escenario que pisó por merecimiento propio, después de mucho esfuerzo y con Alcorcón en el corazón “Este premio tardé en asimilarlo. Me costó. Estaba ahí y pensaba que esta profesión es muy complicada. Que hay poca gente que no proceda de según qué clase social que se dedique a ella. Para mí era algo como que lo estoy haciendo bien, de reconocimiento a que el trabajo duro a veces da sus frutos, de justicia social, de llegar desde San José de Valderas al escenario de los Goya… Una persona como yo sin contactos ni nada en este mundo”. María Herrera, de San José de Valderas al escenario más importante del cine español
- De Alcorcón…. ¿De dónde?
Siempre he vivido en el barrio de San José de Valderas. Iba al colegio Amor de Dios desde los 3 a los 18 años… Y especialmente en Alcorcón soy de mi peluquera…. Sigo yendo a la misma peluquería desde siempre. Es mi peluquera María y la peluquería es La Coquet en la Plaza Príncipes de España. Esa es mi peluquería y mi peluquera de siempre. Es muy importante. La relación más estable que he tenido. Más que cualquiera de mis novios. Ahora acabo de llegar de Nueva York y lo primero ha sido ir a mi peluquería. Tengo amigas en Los Castillos, en Parque Lisboa…
- No sé si conservas muchos amigos del Amor de Dios o si tus primeros contactos o dónde descubriste tu pasión por el cine viene también de la etapa del colegio.
Uno de mis mejores amigos es de mi etapa del colegio, Alberto. Es verdad que es complicado, conforme cumples años y aumentan las responsabilidades, poderte ver con tus amigas y amigos de siempre y te distancias. Además, con mi trabajo que no tiene horario fijo y lo mismo trabajas un fin de semana o entre semana es difícil cuadrar horarios para verse. En el caso de Alberto hicimos la carrera juntos y aunque no se dedica al cine si es cercano a este mundo.
- El gusto por el séptimo arte ya te surgió en el Amor de Dios
La verdad es que no. Pero fíjate… En la vida siempre hay momentos clave y en el cole yo tuve uno. Fue con mi profesora Carmen. Una vez nos propuso hacer una obrita de teatro, hizo como un casting y me cogieron. A mí eso me encantó. Casualmente Alberto también estaba ahí. Me fascinó lo de contar historias a través de personajes. Algo se despertó en mí. A raíz de ahí eso me apunté a teatro en el Centro Cívico los Pinos con Carmen Segarra. Estuve unos tres años e hice varias funciones… Lo del cine llegó más tarde.
- ¿Cuándo llegó?
En el último año de carrera, yo estudié en la Carlos III periodismo y comunicación audiovisual, me fui a México con una beca. Allí me cogí todas las asignaturas de cine. Me matriculé en guion, dirección de actores, documental… Hice casi un intensivo. Me matriculé de ocho asignaturas. Fue un poco locura, pero quise aprovechar ese último año. Fue cuando tuve claro que me quería dedicar a esto. A la vuelta de México entre en la productora Avalon y ahí he estado hasta que me he ido a Nueva York.
- ¿Cómo surge lo irte a Nueva York?
Pues a través de una beca de La Caixa para realizar postgrados. Gracias a eso me ha cambiado la vida porque me ha permitido hacer unos estudios caros e inasumibles y plantearme que el cine no solamente es una posibilidad, sino que también se puede hacer una carrera profesional.
- En Avalon entraste de prácticas después de México. ¿Qué supuso esa experiencia para ti en la que estuviste cinco años? ¿Cómo fueron tus primeras semanas?
Pues agradezco la pregunta porque me gusta contar esas cosas. Cuando entras al nivel tan abajo es aburrido y frustrante. Te llegas a plantear ¿Para esto tanto estudio? Para poner grapas o hacer fotocopias. El tema de las prácticas en todos los sectores puede ser muy frustrante. Al final me mentalicé de que tenía que pasar por ahí y aprovechaba cada rato para que se dieran cuenta que era una persona inteligente, que valía, preguntaba mucho, demostrar que podía asumir otras responsabilidades y que tenía interés. Iba a todos los estrenos que podía, me interesaba de todo… Les enseñé mi trabajo de fin de carrera y les gustó, trasladaba mis comentarios de todas las pelis….
- ¿En qué momento dentro de Avalon sentiste que empezaban a contar contigo?
El cine es un ámbito muy jerárquico, de muchas inseguridades, muchos egos… Pero hubo un proyecto muy especial. Fue un documental dirigido por León Siminiani ‘Apuntes para una película de atracos’. Ahí empecé haciendo trascripciones. Pero al final fui muy cómplice del proyecto y empecé a asumir responsabilidades con el archivo, la gestión de derechos, rodaje… Era un poco la mujer orquesta. Había algo que hacer o resolver y tiraban de mí. Al final fui coordinadora de producción y también me dediqué a temas de distribución, contratos… Para mí fue una especia de master. Había temas complejos. Además, el protagonista no era un actor, era una persona que estaba en la cárcel por lo que se necesitaba un trato humano y de mucha sensibilidad. Esa parte humana del cine que me parece fundamental para sacar adelante un proyecto. Ese proyecto me abrió las puertas y fue muy especial para mí porque me permitió demostrar mi implicación con el cine.
- Sabemos mucho lo que le preocupa o le parece más costoso de su trabajo a los actores. Pero…. ¿A vosotros? ¿A los que no vemos? ¿Qué es lo más complicado de tu trabajo como productora?
Ahora estoy en todo un poco… Desde producción a dirección pasando por guion. Algo común a los tres es escoger muy bien a la gente adecuada para hacer el camino. Son muchos años para sacar adelante un proyecto. Hay momentos muy difíciles y de tensión, complicados, muchas decisiones que tomar… Estar con alguien con quien haya entendimiento, que no importe quien o cómo se sale en la foto, que lo principal sea sacar el proyecto. Es un mundo con muchos egos, muy competitivo… El reto es encontrar a cómplices para sacar el proyecto. Para mí es importante no acabar o entrar en dinámicas negativas o tóxicas… Intentar crear un buen ambiente porque un director o productor es un líder también. Que la tensión o lo grandes problemas no se pasen al trato con la gente. No solo hay que tener conocimientos técnicos también empatía con la gente. Ese es mi modelo.
- ¿Cómo llegar al proyecto ‘Arquitectura Emocional 1959’ por el que consigues ese Premio Goya?
Pues con León Siminiani y con Ainhoa llevábamos tiempo hablando de trabajar juntos en algún proyecto. Después del anterior trabajo con ellos se creó una amistad entre nosotros. León me contó el proyecto que tenía en mente en el que la arquitectura iba a ser protagonista… Él hace series que es lo que le paga la hipoteca, pero luego desarrolla otros proyectos. Me lo contó y dije “Pero ya” vamos a dejarnos de decir que tenemos que hacer algo junto vamos a hacerlo. Nos pusimos con ello.
- ¿Cómo se siente lo de recibir un Goya?
Me enteré de la nominación en Nueva York. Me desperté por intuición, sin despertador, eran allí las 5 de la mañana. Agarré el móvil y empecé a ver mensajes. Lo acababan de anunciar hacía 10 minutos. Estaban todavía con el acto de los nominados. Ganar fue muy emocionante. Personalmente yo lo veía complicado porque había otro corto ‘Cuerdas’ que había ganado el Premio Forqué y era muy bueno. Fue al día siguiente de cumplir 30 años… ¡Mejor regalo imposible! Coincidió la fiesta de los Goya con la fiesta de mi cumpleaños. Tardé en procesarlo. Estaba como en una nube. Tardé en asimilarlo. Me costó. Pensaba que esta profesión es muy complicada. Que hay poca gente que no proceda de según qué clase social. Para mí era algo como que lo estás haciendo bien, de reconocimiento que el trabajo duro a veces da sus frutos, de justicia social, de llegar desde San José de Valderas al escenario de los Goya… Una persona como yo sin contactos ni nada en este mundo. Fíjate las prácticas en Avalon me surgieron porque yo ideé montar una asociación de cine en la universidad con otros compañeros. En un momento hicimos un evento e invitamos a una serie de personas, entre ellas estaba María Zamora de Avalon. Cuando volvía de México me acordé de ella y la contacté para las prácticas. Me surgió ese contacto porque montamos nosotros la asociación porque en caso contrario probablemente ni prácticas ni nada porque mi curriculum se hubiera perdido en un correo electrónico de info@ y lo que sea.
- Recibiste muchos mensajes, seguro, por el premio y luego se juntaron las redes sociales. Chocaste en un momento de la gala al volver de recoger el premio y medio chocaste con Clara Lago. Recibiste y te dijeron de todo en redes y tuviste una elegancia y clase apabullante al contestar diciendo “disponible para amenizar vuestras galas de premios. También para bodas, bautizos y cumpleaños. No te lo pienses, llama”. En una sociedad que disfruta lapidando y humillando socialmente a los demás tu respuesta fue cum laude.
Tuve infinidad de mensajes por el premio y luego se juntó con las redes. Si esos días me toca el sueldo para toda la vida de Nescafé ni me enteró de que me hubiera tocado de la cantidad de mensajes que tenía (risas).
Respecto a las redes sociales intenté salir con humor. Todo empezó porque una chica colgó el vídeo mientras grababa la tele. Fíjate que el exalcalde de Valladolid me insultó en redes llamándome “mal educada” …. Luego borró el tuit pero yo guardo el pantallazo. Como él mucha gente me criticó y me insultó. Gente que no me conocía de nada y me insultaba por una cosa tan absurda como despistarte al no ver a una persona y entonces te das cuenta de que estás en directo…Mucha gente me insultó, pero trate de que por un oído me entrara y por otro me saliera. Con humor. Al distribuidor del corto le decía “me han sacado en todas las teles… A qué productora vas a encontrar que lleve tu corto a las teles y a las peluquerías de barrio”. Porque me sacaron hasta en el Hola. En Zapeando dije que era marketing de guerrilla porque como en los cortos no tenemos presupuesto pues tenemos que buscarnos la vida. Pero bueno traté de tomármelo con humor.
- Después del Goya te vino lo de ser pregonera de tu ciudad
Lo malo es que ese día vino la DANA. Yo tenía la ilusión del balcón como había visto a Carlos Baute y otros. Estaba nerviosa… Quería hacer un discurso cercano, pero sin pasarme… Que el tono fuera el correcto. La alcaldesa y el resto de los concejales estaban contentos. Me llevé a mis padres y cuando estábamos con el resto de los políticos mi padre empezó con Mónica García “Mi hija es fan tuya. Yo voto al PSOE, pero mi hija te vota a ti”. Y yo pensando “Papá por favor”. Para mí fue un honor y muy emocionante dar el discurso en la ciudad. Nunca lo hubiera imaginado. Además, también me propusieron de la concejalía de cultura pues la posibilidad de ayudar o colaborar como referente. Muy emocionante y muy bonito todo.
- ¿Eras tú muy de Fiestas de Alcorcón y Recinto Ferial?
Si si… Mucho. Menos mal que Tuenti cerró. Menos mal. Porque había ahí un archivo de fotos que mejor que no se vean. Con las diademas de diablo, las diademas de princesas, bebiendo agua de Valencia…. Era mucho de feria, botellón, conciertos… Tengo muchos recuerdos fantásticos.
- ¿Qué tal en Nueva York? ¿Qué proyectos de futuro tienes?
Pues de Nueva York acabo de volver. Se me acaba de acabar la beca. Mi idea es regresas próximamente. Mi idea es estar con un pie aquí y otro allí. A raíz del Goya me llamaban para cosas, pero tenía que decir que no o posponerlas porque estaba allí.
Estoy con varias cosas por ejemplo con el rodaje de un corto en el que colabora el Ayuntamiento de Alcorcón también que se llama ‘El cuento de una noche de verano’. Con Avalon participo en la adaptación de un libro. Estoy con otro corto ‘The other woman’ rodado en Nueva York. Estoy también ahora en Bilbao porque me han dado una residencia para la escritura de mi largometraje. Así que no está mal.
- ¿Es difícil que se apueste por el cine y la cultura en España? ¿Es complicado encontrar esa financiación para sacar adelante un proyecto?
Muy difícil, complicadísimo. Depende también la región y demás. Mira el corto que acabo de rodar he estado dos años para sacarlo adelante. Hay muchos sesgos… Todavía es difícil por ejemplo sacar proyectos con mirada feminista, por ejemplo. Depende de quien compone los comités… Es más difícil si eres joven también. Hay sesgos de clase, género o edad. Es un sector muy muy precarizado. Es muy difícil. Muchas veces se pierde más tiempo buscando financiación o papeleos de este tipo que luego sacando el proyecto adelante. A veces tardas 5 años buscando financiación y luego son 6 semanas de rodaje.
María Herrera, de San José de Valderas al escenario más importante del cine español.
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