En la Comunidad de Madrid han fallecido casi 6.000 mayores en las residencias. La “guerra” contra el virus de las residencias de mayores de Alcorcón.
Entre el 8 de marzo y el 7 de julio en las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid fallecieron 5.954 personas con test confirmado de COVID-19 o con síntomas compatibles con la enfermedad pero sin test. Una cifra espeluznante que suman entre los más de 700 centros residenciales de la Comunidad de Madrid. Por todo ellos se está llevando a cabo una Comisión de Investigación en la Comunidad de Madrid. Ante dicha Comisión habló en las últimas horas la directora del Centro Residencial Amavir de Alcorcón. Ella es Lidia Sánchez. Entre el 8 de marzo y el 7 de julio fallecieron 105 personas con test confirmado de coronavirus o con síntomas compatibles con el virus en Alcorcón. Lidia Sánchez relató que entre el 13 de marzo y el 9 de abril, el hospital rechazó derivaciones, un período durante el que murieron 30 residentes en su centro, Amavir Alcorcón. Sánchez ha contado a la comisión de investigación que, “sin lugar a dudas habrían sobrevivido algunas personas» de no haberse producido el bloqueo hospitalario a los centros de mayores. En 20 días murieron 30 mayores. Según Sánchez relató durante la primera ola de la pandemia de coronavirus sufrieron «una guerra sin medios». La “guerra” contra el virus de las residencias de mayores de Alcorcón.
Sin contactos
En centro Amavir de Alcorcón contaba con 183 plazas. Desde el 13 de marzo detectaron a mayores con afecciones respiratorias. El primer caso positivo fue del 28. Según la Directora “no tuvo ningún contacto en ningún momento de las Consejerías de Políticas Sociales y Sanidad». El Centro no contaba con test, solo debía de aislar a los usuarios. Los Epis no llegaron hasta abril. La Directora relató que el personal pasó a trabajar 12 horas para atender todo lo que estaba ocurriendo y sin apenas libranzas y que contrató a más trabajadores de limpieza. Entre el 30% y el 35% del personal causó baja, pero era muy difícil reponer dichas bajas. «Contratamos personal que eran enfermeros, pero no tenían la homologación. No vino ninguna persona externa de la Consejería, siempre llegó personal propio de nuestra empresa. Nadie preguntó si necesitabamos ayuda». Sánchez contó que «Ni nos ofrecieron la posibilidad de derivarlos a Ifema o hoteles medicalizados».
Bloqueo hospitalario
Hasta el 31 de marzo según la Directora no se pudo derivar a ningún enfermo a hospitales. Desde el 31 de marzo al 8 de abril solo pudieron derivar a 7 personas. Sánchez trasladó a un funcionario de la Comunidad de Madrid “Se nos está yendo la gente y no podemos hacer nada”. El 9 de abril mandó un correo electrónico al hospital de Alcorcón avisando que o mandaban ambulancias para recoger a sus residentes o pediría a las familias que los llevaron ellos mismos a Urgencias. Surtió efecto y la geriatra les visitó presencialmente al día siguiente. «Hasta el email habían muerto 30 personas». Entre el 9 de abril y el 28 de mayo solo murieron siete mayores de su residencia. Sanchez dejó claro que “La primera vez que vino un médico de forma presencial fue el 10 de abril, el día posterior al que yo mando un email. Somos una residencia, no somos un hospital y no tenemos los medios para curar, estamos para cuidar”.
En los momentos más duros de la pandemia han fallecido más de 130 ancianos al día.
En el mes de junio conocimos dicho email que fue publicado por el Diario El País y que en este medio reproducimos.
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