La maestra republicana que llegó a tener un cargo en el ayuntamiento. Historia de la primera alcaldesa de Alcorcón
El desarrollo del municipio alfarero fue ‘in crescendo’ desde que comenzó el siglo XX. En la segunda década, los marqueses de Valderas se instalaron en Alcorcón gracias al consorte de la marquesa, José Sanchiz de Quesada. Este hombre fue destinado en 1915 al regimiento de artillería en Cuatro Vientos, así que compró las fincas próximas para tener cerca a su familia. En ellas, mandó construir unos palacios para vivir con sus allegados, aunque no serían terminados hasta 1917.
El marqués de Valderas colaboró con el municipio concediendo ayudas a las familias del pueblo, también ayudó en la financiación del alumbrado público y la canalización de agua potable a fuentes del pueblo. Posteriormente, ya en la Guerra Civil Española, los castillos fueron abandonados, aunque los usó el General Franco para divisar el frente de la zona republicana de la Casa de Campo.
Década tras década, sobre todo a partir de la de 1950, la población y el desarrollo aumentó considerablemente. Creció de 759 habitantes a 46.048 en 1970, aunque diez años después, la población se establecería en 140.657 habitantes.
El tiempo de la República
El alto en el camino esta vez lo haremos en la II República española, un periodo inestable y con muchos acontecimientos en muy poco tiempo. Estos años intensos nos traen informaciones y noticias de nuestro municipio, Alcorcón.
Hoy hablamos de Carmen Pérez Lejárraga, la primera alcaldesa de Alcorcón, la maestra nacional nació en Madrid el 19 de enero de 1885, y fue destinada a la Escuela elemental de niña de Alhambra, en Ciudad Real, tras aprobar las oposiciones. Antes de llegar a Alcorcón, estuvo en San Bartolomé de las Abiertas (Toledo) en 1915, y en Serranillos (Madrid), en 1917. Llegó a Alcorcón en 1932, y estuvo hasta 1935 que fue trasladada a Carabanchel Bajo.
Las elecciones de 1931 dieron lugar al nacimiento de la Segunda República española, y se celebraron con la Ley Electoral de Maura de 1907 en vigor. Su artículo 29 expresaba que cuando el número de candidatos fuera igual al de puestos a cubrir, no sería necesario celebrar las votaciones. En aplicación de este artículo, los candidatos se proclamaban automáticamente el día de las elecciones sin votación.
El gobierno de la nación derogó dicho articulo, y determinó convocar elecciones municipales para el día 23 de abril de 1933, con el fin de renovar todos los ayuntamientos constituidos por el artículo 29.
Por otro lado, la ley de 30 de diciembre de 1932 creó las Comisiones Gestoras Municipales, que gobernarían los ayuntamientos cesados hasta el 23 de abril de 1933. Estas comisiones estaban formadas “por tres gestores, que serán: un funcionario, un contribuyente y un obrero”.
Así llegaron a presidir los ayuntamientos centenares de maestras, por ser las funcionarias más jóvenes o las únicas en los pueblos, con un breve mandato extendido hasta abril de 1933. En Alcorcón serían por este orden: Carmen Pérez Lejárraga, Antonio Alvarado Talavera y Remigio Zurita Plaza.
El Alcorcón del momento
“Aquí no hay nada de eso. Todos tienen un pedazo de tierra, del que viven no muy bien. Pero como no hay ningún rico, los pobres no se dan cuenta de que lo son. Además, aquí
apenas circula el dinero. Se cambian cosas: huevos con trigo, o gallinas con ropa.” Declaró Carmen en una conversación con una periodista tras terminar la clase, lo que describe muy bien la situación del municipio alfarero en el primer tercio de siglo.
María del Carmen Pérez Lejárraga fue, ante todo, una maestra republicana que se dedicó con entusiasmo a consolidar el régimen, y que, según dijo ella misma “Todos me quieren y conocen mi buena voluntad.”
La maestra republicana que llegó a tener un cargo en el ayuntamiento. Historia de la primera alcaldesa de Alcorcón
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