El ucraniano más español que se ha ganado el corazón de Alcorcón

La afición suplica a Vladys que se quede en Santo Domingo. El ucraniano más español que se ha ganado el corazón de Alcorcón

Y el estadio municipal de Santo Domingo entonó el ‘¡Vladys, quédate!’. Tras una temporada de lo más irregular y en la que se ha estado lejos de ser un candidato al ascenso a Segunda División, el delantero ucraniano ha sido, sin duda, la mejor noticia de la Agrupación Deportiva Alcorcón.

Llegó como el primer fichaje del ‘nuevo’ Alcorcón con Alberto Lozano en la dirección deportiva y Pablo Álvarez en el banquillo. Casi como una premonición, como si tuviesen claro que el proyecto de esta temporada debía girar en torno a Vladys. Un absoluto desconocido en su día para la parroquia alfarera, que lo recibió con gesto torcido. Sus cinco goles el pasado curso en el Sabadell siendo delantero no prometían demasiadas alegrías en Santo Domingo. Pero a veces, en el fútbol, uno más uno no es dos.

Santo Domingo le pide que se quede…

Trece goles después, y consolidado como el máximo artillero y la gran referencia ofensiva del Alcorcón, este ucraniano que llegó sin hacer mucho ruido se ha convertido en el ídolo de Santo Domingo. No sorprende, por tanto, que la afición amarilla aprovechase el último partido de la temporada en casa para entonar el ‘¡Vladys, quédate!’.

Ayer, Santo Domingo no fue solo un estadio.

Último partido en casa. Última victoria. Permanencia sellada.

Pero lo que se vivió va mucho más allá del fútbol…

⚽ Afición que no falla y aseguran que el equipo alfarero es su vida.
❤️ Jugadores que se entregan.
Y el gesto de… pic.twitter.com/aiIeDpymPA

— alcorconhoy.com (@alcorconhoy) May 18, 2025

Porque del chico ha enamorado su garra, su lucha constante sobre el terreno de juego y, por supuesto, sus goles. Su adaptación al club y a la ciudad fue inmediata -varias son las veces que lo he visto paseando por Las Retamas-, pero eso no sorprende. Al fin y al cabo, es el ucraniano más español que te puedas encontrar. Formado en las categorías inferiores del Sabadell hasta llegar al primer equipo, habla un castellano perfecto. Vladys lo tenía todo para ganarse el corazón de la afición alfarera. Solo necesitaba que el balón entrase. Y vaya si ha entrado.

… pero su salida es más que probable

Sin embargo, ese ruego al aire, esa petición desesperada que representaba el cántico de ‘¡Vladys, quédate!’ tras el Alcorcón 3-1 Marbella del pasado sábado, tiene muy pocos visos de tener un final feliz. Ojalá me equivoque, porque su adiós supondría un duro golpe al proyecto deportivo de Pablo Álvarez, pero va a ser casi imposible retenerlo.

Vladys recibirá cantos de sirena de clubes punteros de Primera RFEF e, incluso, de algunos de Segunda División. Poco podemos pedir a un delantero que aterrizó en Santo Domingo con perfil bajo, pero que ha significado media permanencia en un curso más complicado de lo esperado para el Alcorcón. Él se ha ganado el derecho a elegir su futuro; y a nosotros, los aficionados y periodistas, solo nos queda suplicar una última vez: ‘¡Vladys, quédate!’.

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