Desde Mi Colmena en Alcorcón: madre de tiza

Desde Mi Colmena en Alcorcón: madre de tiza

Nueva columna semanal sobre un olvido inconcebible: el de los niños en las guerras. Desde Mi Colmena en Alcorcón: madre de tiza

Incomoda. Molesta. Ustedes perdonen, pero ahí está, es real. O tal vez ya no es; murió y ahora este lugar, el más triste jamás imaginado, es ocupado por otro niño, uno más de miles de huérfanos a quienes sólo queda pintarse a la madre que ya no puede protegerlos, alimentarlos, secar sus lágrimas y refugiarlos del bombardeo en el regazo que creían indestructible.

No, pequeño; tu mamá no era indestructible. Ninguna lo somos. Pero tu poderosa imaginación se alía con el instinto de supervivencia más ingenuo, para mantener la vida arrebatada hasta el punto de pintar a la madre perdida.

La creatividad, tan bella en una vida acomodada, puede desgarrarnos si se ve forzosamente llevada a ciertos límites de la existencia humana, como cuando un niño de pocos años se pinta la madre que le falta para seguir con ella.

Lo sabemos. Y miramos a otro lado. En Navidad cuesta más hacerlo, ¿verdad? Pensando en este niño, las luces se vuelven algo chillonas y los villancicos no se llevan todo el aire que debería salir de los pulmones; porque mientras disfrazamos a nuestros críos nos viene a la mente el niño acurrucado en una madre de tiza. Tal vez entonces, para desconcierto de nuestros peques, un arrebato de pavor nos empuja a darles un abrazo, “así: sin venir a cuento”, pensarán ellos, mientras nos miran como si estuviéramos locas.

Como si ese abrazo fuera a protegerlos si los que organizan las guerras dirigieran su maligna mirada (siempre cargada de codicia) hacia nuestras coordenadas… y el resto del mundo nos diera la espalda, tal como le ha ocurrido al crío de la foto.

Se te encogen las entrañas. Salvo que no tengas corazón, claro. En tal caso pasas sobre la Navidad como quien cumple con un mero protocolo; y seguirás viendo al niño de la foto como el personaje de una de esas “películas” que aparecen en la televisión. En ese otro mundo que no es el tuyo.

Vemos esta imagen y no somos realmente conscientes de que en este momento, en el mismo planeta que habitamos, éste es el día a día de miles de niños desde que una bomba hizo saltar por los aires todo su mundo, material y afectivo. Y que desde entonces cada amanecer es más angustioso y cada anochecer puede ser el último de su vida, con más probabilidad que en cualquier otra parte (lo digo por si alguno dice: “bueno es que de un día para otro te puedes morir por un accidente, un infarto…” No, no es lo mismo y lo sabéis, dejad de insultar la inteligencia de la gente).

Con la misma fantasía que a nuestros niños les permite volar sobre un dragón o elevar un castillo de cristal, él mantiene a su madre viva. A ratos se despertará y tocará el frío suelo, la dura realidad.

No, pequeño, mami no está, pero tú sigue imaginando mientras te habla: “cómete todo, abrígate, no andes descalzo…”

Entonces, el niño pensará: “Pero mamá, si ya no me queda alimento, ni con qué vestirme o tan siquiera calzarme…, pero no te responderé, mamá, porque sé que no os gusta que repliquemos”.

Y seguirán cayendo bombas, que harán retumbar el regazo de la madre de tiza bajo la cabeza de su hijo.

Y aquí seguiremos celebrando que en estas fechas un dios puso a salvo a un niño con su familia, aunque después se olvidará de otros, como éste.

Patricia Vallecillo es escritora y vecina de Alcorcón. Sus últimos libros, El maestro griego y Vidya Castrexa, pertenecientes a la trilogía Las abejas de Malia, así como el cuento infantil Letras para una bruja, pueden adquirirse en cualquiera de las librerías que se detallan en el siguiente link de acceso a su web en el siguiente link de acceso a su web: “Las abejas de Malia”, así como en Amazon.

*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o las imágenes propias de este artículo.

Sigue al minuto todas las noticias de Alcorcón. Suscríbete gratis al

Canal de Telegram

Canal de Whatsapp

Sigue toda la actualidad de Alcorcón en alcorconhoy.com