Un hombre, escondido tras una verja, comenzó a hacerla fotos en plena sesión. La desagradable situación de acoso vivida por la atleta internacional Carla García mientras entrenaba en Alcorcón
El pasado sábado, 8 de abril, la atleta Carla García, vecina de Alcorcón y una de las deportistas más destacadas del municipio, vivió en sus propias carnes una situación de lo más repulsiva. La joven, internacional en los 400 metros vallas, campeona de España sub23, bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, celebrados en Buenos Aires y que, el pasado mes de agosto, quedó entre las 25 mejores de nuestro continente en el Campeonato de Europa celebrado en Múnich (Alemania), salió a entrenar por el Parque de Las Presillas junto a su preparador, Santiago Díez Rodríguez. Cuando, de repente, y tal y como ha podido saber alcorconhoy.com, le sucedió algo de lo más desagradable.
La joven, de 21 años y que actualmente compite para el Valencia Club Atletismo, se encontraba haciendo series de 500 metros por el parque, justo frente a un sendero que conecta Las Presillas con unas fincas privadas. De repente, ella y su entrenador vieron a un hombre de mediana edad que accedía a uno de estos espacios, aunque no le dieron más importancia. Sin embargo, al rato, Carla, que en ese momento se encontraba sola, empezó a escuchar un ruido un tanto inusual. “Comenzó a sonar como un ‘clic’’, como si estuvieran haciendo fotos con una cámara. Miraba para todos los lados, pero no veía a nadie“, relata la joven, en declaraciones a alcorconhoy.com.
Pero, de pronto, se fijó en una malla de color verde que cubre las verjas de las fincas privadas. Y, allí, descubrió al varón al que había visto solo unos pocos minutos antes, accediendo al recinto. Le estaba haciendo fotos. Y Carla le cazó, aunque, lejos de cejar en esta práctica, el hombre siguió. “Cuando le pillé, fue todavía más descarado. Entonces, sacó el móvil y siguió haciéndome fotos. Le pedí por favor que parase, que no estaba entendiendo nada, que no comprendía por qué me estaba haciendo fotos. Pero él seguía. Me empecé a agobiar. Yo estaba sola, porque mi entrenador estaba corriendo por delante. Entonces, me fui y comencé mi serie, con una sensación muy desagradable, mientras me pasaban muchas cosas por la cabeza”, afirma Carla.
Tremenda impotencia
Cuando completó su serie, la atleta le contó a su entrenador lo que había pasado. Y ambos volvieron a la finca en cuestión, para pedirle explicaciones al hombre. Pero este no mediaba palabra. “Sentí mucha impotencia. Estaba sola, no sabía qué más hacer para que el señor dejase de hacerme fotos y no quería enfrentarme a él… porque a saber”, cuenta la deportista, que pone también de relieve una realidad, cuanto menos, inquietante. “Esa finca va a seguir allí. Y el hombre no es que pasara por allí, es que es alguien que tiene llaves, y puede volver, y entrar y salir cuando quiera”, asegura.
Tras lo sucedido, Carla, que estudia Medicina en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, se quiso desahogar en sus redes sociales, donde escribió un mensaje denunciando lo que le había ocurrido. En Twitter, su publicación no tardo en hacerse viral, y que, en muy poco tiempo, superó las 20.000 visualizaciones. Aunque, en declaraciones a alcorconhoy.com, la joven deja una reflexión de lo más interesante. “Ojalá fuese noticia porque voy a las Olimpiadas o por romper un récord. Es una pena tener que denunciar estas cosas”, explica. Aunque la realidad es que también podía serlo por ello. Porque Carla es una de las principales bazas que tiene Alcorcón para tener representación en los Juegos Olímpicos de París 2024. Y, porque el pasado año, la joven consiguió la mejor marca lograda nunca por una atleta de la Comunidad de Madrid en los 300 metros vallas. Y es que, afortunadamente, el talento de esta joven deportista está por encima de todo lo demás.
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