Bertrand Ndongo, el camerunés militante de Vox, o como muchos conocen “El negro de Vox”, se ha pasado por nuestra redacción y nos ha dejado ver un poco más su personalidad.
Bertran Ndongo es un hombre camerunés que vino a España hace diez años básicamente por amor. Ahora Bertrand es padre de tres niños y se define como una persona normal y corriente “Me levanto por la mañana, llevo a mis hijos cuando puedo al colegio y voy a trabajar”. Se caracteriza sobre todo por “ser coherente y honesto”.
¿Cuándo y cómo llegaste a España?
Llegué a España, concretamente a Alcorcón, en el año 2010 aunque tengo que decir que yo no quise venir porque al principio era demasiado para mí, solo tenía 20 años y no me explicaba cómo podía acabar en un país europeo de repente. Conocí a mi mujer en África, en Gabón exactamente, y estuvimos aquí un año de novios. Luego ella regresó a España y me dijo que viviéramos juntos, aunque mi intención era que ella se fuera a África a vivir conmigo. Ahora ya han pasado 10 años, nos casamos y tenemos una vida normal con tres niños.
Queremos saber un poco más sobre ti, ¿cómo ha sido tu vida en Camerún? ¿Qué diferentes notaste cuando viniste a España?
Mi vida no ha sido nada fácil, ha sido cuesta arriba. Mi padre tuvo una vida muy cómoda, estudió mucho y trabajó en UNICEF. Mis padres se separaron cuando tenía 5 años porque mi padre decidió tener muchas mujeres y mi madre eso no lo aceptó. Mi madre se fue y me dejó con mi padre, donde crecí con mis tías, mis tios, en centros de monjas, etc. Cuando llegué aquí me di cuenta que tenía que resetear mi cabeza completamente porque no había nada que tuviera algo que ver con lo que yo había vivido allí, el clima, la gente, las costumbres, era totalmente diferente. Entendí que o me adaptaba o lo iba a tener complicado. Desde que tomé esa decisión mi vida ha sido totalmente una maravilla.
Una vez en España, ¿qué es lo primero que hiciste?
Mi mujer en aquel entonces estaba embarazada y pensé en cómo iba a llevar adelante a un hijo, porque en África se piensan que todos los blancos son ricos, y no es así ni era el caso. Mi mujer viene de una familia humilde de misioneros que se dedican a ir de país en país donde está la iglesia ayudando a países africanos. Los dos entonces estábamos sin trabajo, vivíamos en casa de sus padres y luego una señora nos alquiló una pequeña casa. Empecé a buscar trabajo y un amigo de mi mujer me encontró uno limpiando en colegios. Estuve trabajando ahí para poder sacar adelante a mi familia. Trabaja cuatro horas, por las mañanas me quedaba con mi hijo y por la tarde me iba a trabajar. Con el tiempo me ampliaron las horas y me cambiaron de centro. Fueron unos principios muy duros. No fue fácil tampoco conseguir los papeles, te ofrecen además trabajar de una manera clandestina, te ofrecen todo tipo de cosas que gracias a dios no he hecho en este país porque no lo consideraba oportuno.
Actualmente, ¿cómo es tu vida profesional?
Cuando estaba en el colegio me ampliaron las horas y ahí fue cuando conocí a uno de mis encargados. Nos habían encargado un trabajo específico que había que acabar muy rápido, porque se iba a abrir un colegio nuevo, y cuando llegué allí me encontré con un caos. Me puse a manejar el centro como si fuera yo el encargado y el jefe de la empresa que estaba por ahí me vio. A los tres meses me llamó porque necesitaba a una persona que hiciera las cosas como yo para un sitio muy importante, el cuartel general de la armada. Ahora estoy trabajando aquí de encargado en el área de mantenimiento y limpieza.
¿Con qué características de Vox te identificas más?
Me identifico sobre todo con la coherencia, decir las cosas como son aunque puedan doler. Muchas veces vamos con aquel que nos dice lo que queremos oír y a mí eso no me gusta. Prefiero ir con una persona que dice las cosas como son y que no me van al día siguiente con otra versión. Me identifico también por sus valores, el respeto, la unidad de España, me gusta que la gente defienda su tierra, que proteja su país, que lo cuiden, que condenen lo que no se debe hacer. Por eso me identifico más con Vox porque dicen las cosas como las diría yo.
A Vox se le tacha de racista, ¿por qué crees que esto no es así?
No creo que Vox sea racista. No es una novedad que en España se deporte a la gente. Por qué Vox es racista por hablar de algo que ya se está haciendo. Que Vox exija que se controle la inmigración no tiene que ser un partido racista. Hay que controlar la inmigración. España es una casa, con sus puertas, y si las abres a cualquiera al final se colapsa y no sabes quién está en esa casa, ni quiénes vienen, ni a qué vienen, si tienen voluntad de integrase, de trabajar, de aportar algo al estado. Por eso la gente tiene que pasar por las embajadas para poder filtrarles si pueden entrar en un país como España que tiene una ley de inmigración que tenemos que respetar, no se puede permitir que la salten como se está haciendo. Luego está la gente que muere en el mar, que se habla de ellos dos minutos y ya está. Realmente esas personas que acogen del mar si son 30, habían viajado 100, y de ellas no se habla. He ayudado en organizaciones en España que se dedican a ayudar a los negros, veo la vida que tienen aquí y muchos duermen en la calle, no tienen vida. Muchos quieren volver pero no pueden porque no tienen papeles porque los de su país los tiran para no identificarse, por lo que no tienen nada para volver a su país de origen. No es nada bueno emprender el camino de la inmigración ilegal tratando con los que les tratan en Libia y en Siria como si fueran esclavos. Hay que acabar con esto y denunciarlo. Los países africanos no dicen nada, ningún dirigente africano sale a decir algo sobre las muertes en el mar.
Hablando de Alcorcón, ¿qué te hace sentir?
Creo que Alcorcón es un barrio que necesita algo más. A veces solo hay dos esquinas en las que puedes estar un poco más tranquilo, donde vivo en San José de Valderas vienen un grupo de ultra izquierdas, me insultan y me gritan cosas. Alcorcón es un barrio donde hemos tenido la suerte de tener a David Pérez en los últimos años, pero Alcorcón es un barrio muy pobre, no hay economía, es un barrio arruinado por el Partido Socialista.
¿Cómo has visto la evolución de Alcorcón estos 10 años? ¿Cómo la ves en un futuro?
No he visto mucha evolución si te soy sincero. Llegué a España en plena crisis y para mi Alcorcón no ha tenido tiempo para desarrollarse y crecer. Tampoco ha habido dinero para hacer algún cambio drástico, se ha dedicado más a reducir la tremenda deuda que nos dejó el Partido Socialista. Veremos qué pasa ahora con ellos y Podemos en el gobierno, porque no sé qué futuro vamos a tener. Alcorcón es lo que es por el partido socialista y lo más curioso es que les han vuelto a regalar Alcorcón después de lo que hemos vividos los últimos años.
¿En qué debe mejorar Alcorcón?
Alcorcón es un municipio con muchas familias, con muchas personas mayores, niños, creo que se debería encontrar una forma de poder ayudar a estas familias. El futuro son los niños y hay que potenciar esa ayuda para que salgan adelante. Las piscinas por ejemplo se han convertido casi en un lujo, siempre digo que si algún día soy alcalde ningún niño pagará por ir a la piscina. Hay que pagar cuatro euros en un barrio como Alcorcón, me parece carísimo.
¿Con qué te quedas de Alcorcón?
No hay una cosa específica con la que me quede, si me tengo que quedar con algo es con su gente, los amigos que ya somos como una familia. Son ellos quienes me mantienen en Alcorcón, es lo que más me gusta.
Perfil de Twitter de Bertrand Ndongo
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