Nueva columna semanal sobre la organización del tiempo y su paso. Apuntes desde Alcorcón: Sólo es un calendario
La vida no es especialmente difícil ahora mismo. Quizá en la comparación con lo que está por venir hasta salga ganando. Pero, desde luego, la vida antes era muchísimo más fácil.
Hace diez años, los retos de la existencia no ocupaban más de dos semanas en el calendario. Por aquel entonces, de hecho, se utilizaba el calendario como la herramienta organizadora que siempre fue, y no como un elemento decorativo más de la cocina. Marzo no existía hasta que terminaba febrero. Y abril era poco menos que el día de nuestro hipotética boda. Ahora los desafíos vitales son a largo plazo y te miran a los ojos durante meses. A veces incluso te observan cambiar de calendario.
Sin embargo, me sorprendo a mí mismo haciendo tres cosas que hacía diez años atrás. La primera es ponerme pantalones anchos sabiendo a conciencia que son anchos. Porque un día volvieron los pantalones pitillos y arrasaron con todo el abanico de posibilidades de diámetro de pantalones que conocía. La segunda es cuadrar el horario e incluso madrugar para ver a Fernando Alonso. Y la tercera es dudar de si la palabra ‘sólo’ lleva o no acento en esta oración. La RAE continúa metiéndose donde nadie jamás le llamó y tapia uno de los mejores atajos lingüísticos que teníamos.
Creo que una señal de que las cosas cambian es que también lo hagan tus rutinas. Antes no me preocupaba demasiado el calendario. Era -y sigue siendo- mi madre la que marca las fechas importantes y los motivos en casa. Ahora, en mi nueva casa, independizado, soy yo, somos nosotros tres, quienes nos encargamos de tenerlo actualizado. Y resulta que marzo no llegó hasta que terminó febrero, como ocurría antes. Y nuestros mismos desafíos continúan esperándonos pacientemente. Pero de vez en cuando también se nos es permitido tachar algo de la lista de quehaceres.
Dentro de diez años ya no habrá Fernando Alonso, dudas respecto al ancho de pantalones ni cambios de calendario en la casa donde escribo esto. Pero sí permanecerá, por ejemplo, la duda del acento en sólo. Señal de que todo continúa, incluidos nosotros.
AV
Alberto Viña es escritor y vecino de Alcorcón. De hecho, su primer libro «Relatos de taller», está realizado en colaboración con alumnos y alumnas del ‘Curso de Escritura Creativa’ del Centro Cívico Cultural Cooperante Margarita Burón. Este se puede encontrar en la siguiente página web, o en el mismo centro.
*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o de las imágenes que aparecen en este artículo.
Si tienes una empresa y quieres anunciarte en alcorconhoy.com, pulsa aquí para saber cómo puedes hacerlo.
Suscríbete al podcast de actualidad de alcorconhoy.com en iVoox o Spotify.
Sigue a alcorconhoy.com en Twitter, Instagram y Facebook.
Sigue toda la actualidad de Alcorcón en alcorconhoy.com