Nueva columna semanal sobre las decisiones que nos lleva a un futuro en concreto. Apuntes desde Alcorcón: La vida que nos toca
Como a casi todo lo importante de la vida, a ver las películas de los Goya de este año he llegado tarde. Espero que la academia me disculpe la falta de decoro. Aun así, de momento solo tengo buenas palabras.
Esta semana he visto ‘Cinco lobitos’. Soy hombre y por ello nunca podré entender del todo la posición de las mujeres y de las madres, pero esta película supone la mejor aproximación a la problemática. O a la experiencia, diré mejor. A mí, que una de las ilusiones que más me inspira es tener hijos, la historia no me ha servido tanto para imaginarme en la situación de tener un hijo sino para caer en la cuenta de que lo sigo siendo. De que cada día que pasa soy más parecido a mis padres. De que soy poco más que un recipiente de sus mismas manías, gustos y expresiones.
Un día tenemos el capricho de nacer y desde el mismo y preciso instante en el que abrimos los ojos se comienza a edificar la vida que tendremos durante las, con suerte, decenas de años que viviremos. Y no es cuestión del destino ni de la profecía, sino de que no eliges prácticamente nunca los aspectos que te rodean y moldean. La ruta la realizas y completas tú. Puedes desviarte por un sendero o por otro. Puedes ir más o menos ligero y se te puede dar mejor o peor. Pero la montaña que guarda la ruta es la que es y no hay más tutía.
Supongo que todo esto se resume en una frase que Begoña, la madre de la protagonista de ‘Cinco lobitos’, le lanza a su hija con la sutileza de quien sabe que está diciendo algo que jamás caerá en el olvido: “Todas esas vidas que no vivimos son perfectas e ideales, pero en algún momento tenemos que vivir la vida que nos toca”. En otra vida habría salido en traje a la calle en estas fechas en Sevilla. En otra vida habría estudiado enfermería y quizá trabajaría junto a mi padre. En otra vida me habría encantado poner lavadoras y pagar impuestos contigo.
Y en otra vida no habría visto ‘Cinco lobitos’ un lunes por la tarde ni habría escrito esta columna. La vida que nos toca lo hace lo mejor que puede, aunque el anhelo de que pudiera hacerlo un poco mejor me invade de vez en cuando.
AV
Alberto Viña es escritor y vecino de Alcorcón. De hecho, su primer libro «Relatos de taller», está realizado en colaboración con alumnos y alumnas del ‘Curso de Escritura Creativa’ del Centro Cívico Cultural Cooperante Margarita Burón. Este se puede encontrar en la siguiente página web, o en el mismo centro.
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