Nueva columna semanal sobre los principios y los finales. Apuntes desde Alcorcón: Principio
Compré la semana pasada un libro para mi padre siguiendo su método de elección: miré su portada, leí su título y su primera página y con eso bastó. Él lee también las contraportadas pero yo nunca voy más allá de la tercera línea.
Hablamos mucho sobre la importancia del final. Quizá porque la tenga. Sucede en todas partes. A todas horas. La escena final de una película puede hacer que la odiemos o que queramos un póster suyo en nuestra casa. No importa si la historia no nos ha interesado o no la hemos comprendido, pero la última página de un libro siempre nos hace recolocarnos en nuestro asiento para prestarle atención. Mi padre no se fija en el final del libro que quiere comprarse porque no puede, pero no porque no quiera. Porque enterarse del final antes de comenzar se carga la experiencia. Todo a su debido tiempo.
Pero, ¿qué pasa con el principio? Siempre intento que el último párrafo sea de los mejores, si no el mejor, de la columna. Pero el párrafo que más me cuesta es el primero. El principio de todas las cosas es la mejor vara para medirlas. Esta semana he leído ‘El extranjero’, de Albert Camus, que tiene la virtud y la maldición de tener la mejor frase inicial de la historia: «Hoy, mamá ha muerto. O tal vez ayer, no sé». Me pregunto en qué estaba pensando mi tocayo cuando se le ocurrió escribir aquello. Condenó su libro, su obra y su legado. Estoy convencido de que nada que crease posteriormente a esa frase la haya podido igualar.
No hablamos lo suficiente del principio. Tampoco me atrevo yo a hacerlo demasiado. Me parece algo tan delicado y comprometedor que no quiero dar ninguna recomendación más allá de avisar de su suma trascendencia. Un buen comienzo, tanto en el arte como en la vida, lo marca todo. ¿Cómo no vamos a juzgar un libro por su portada? ¿Cómo no vamos a dejarnos llevar por las apariencias? ¿Y cómo, sabiendo que todo tiene un final y que nunca jamás ningún final fue agradable, no vamos a recrearnos en el primero de los momentos, en el principio?
Nos quedan muchos finales por delante. Inevitables todos, además. Lo que no tenemos asegurados son demasiados principios. Para terminar con clase siempre tendremos tiempo. Para empezar, no tanto. Sigamos recordando últimas veces, pero diseñemos también principios para la historia.
Alberto Viña es escritor y vecino de Alcorcón. De hecho, su primer libro «Relatos de taller», está realizado en colaboración con alumnos y alumnas del ‘Curso de Escritura Creativa’ del Centro Cívico Cultural Cooperante Margarita Burón. Este se puede encontrar en la siguiente página web, o en el mismo centro.
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