Eduardo Izquierdo, alcorconero de San José de Valderas, acaba de volver a España tras dos semanas en Arabia Saudí. Alcorcón en el Rally Dakar.
Miles de kilómetros, meses de preparación física y mecánica, reparaciones, esfuerzo y la magia de una carrera única en el mundo. El Rally Dakar ha sido un sueño hecho realidad para Eduardo Izquierdo. Este valderiano y alcorconero de 50 años, copiloto profesional e instructor de coches se pasó por la redacción de Alcorconhoy.com para contarnos la aventura del Dakar. De pequeño iba al colegio Virgen de Aranzazu y ya por aquel entonces prefería jugar con coches que con el balón de fútbol. Eduardo ha sido miembro del equipo GPR Sport, formado por tres coches y 18 personas, entre ellos seis pilotos. Eduardo ha sido el copiloto de Domingo San Román en Arabia Saudí. Imprescindibles han sido los patrocinadores Laboratorio Bohm, Ford y BF Goodrich. Eduardo, Domingo y los patrocinadores han conformado el equipo GPR Sport cuyo manager ha sido Rubén Gracia. Un Dakar duro, el primero de Eduardo y Domingo, en el que aguantaron hasta la penúltima etapa donde un problema mecánico les dejó fuera. Eduardo era muy claro “Ha sido más duro que en Latinoamérica. El Dakar ha vuelto a sus orígenes: muchas dunas, pocas pistas, kilómetros y kilómetros sin gente y mucha aventura”. Los problemas mecánicos la cruz del coche 450 del Dakar con un alcorconero dentro, Eduardo Izquierdo. Él lleva 30 años corriendo tanto en asfalto como en tierra. Alcorcón en el Rally Dakar.
- ¿Por qué ir al Dakar?
Yo ya lo veía por la tele de pequeño. Teníamos una casa en Ávila y siempre pasaban los rallys por la puerta de casa. A él le apasionaban las carreras y a mí también. Yo empecé con 16 años en motocross, con las motos y a los 18 me cambié a los coches hasta hoy. Es mi pasión, ha sido un sueño cumplido.
- ¿Qué tipo de coche habéis llevado?
Es un tipo SSV. El coche se llama Xtrengh GPR 20. El proyecto nació en febrero con la fabricación del coche. Es sacado de cero. Se hizo en Portugal. Con Domingo he corrido en otras competiciones. Él entendía que mis dotes de navegación y de mecánica de emergencia podía aportar mucho al proyecto. Hemos hecho un gran equipo.
La inmensidad
- ¿Qué función tiene el copiloto?
Llevar al piloto por el camino adecuado tanto en la competición como en el aspecto psicológico. También a la hora de revisar clasificaciones, normativas, reclamaciones… Un copiloto debe saber de navegación, de mecánica… El copiloto hace todo lo demás a conducir.
- ¿Qué ha sido lo más difícil para todos?
La inmensidad. A veces la trazada de los primeros te ayuda. Pero en ocasiones tienes una serie de kilómetros en rumbo 180 y como te desvíes cinco grados la has liado. La inmensidad de Arabia, de sus dunas y platós es una complicación enorme. Te pasas 80 kilómetros de dunas o de nada y es muy difícil y duro. Eso sin olvidar que tienes que pasar por una serie de puntos entre la salida y la meta y son obligatorios. En el Dakar hay muchísima navegación. Tienen el rutómetro y la navegación, pases de rumbo 180 a rumbo 53 y tienen que hacer el cambio en el punto exacto o te has perdido. Es muy complicado.
Averías
- Habéis tenido averías de todo tipo ¿no?
Pues sí. El coche era totalmente nuevo. El mes antes lo estuvimos probando y en la primera etapa rompimos los tres coches del equipo. Por ejemplo, hemos cambiado cinco embragues en tramo. El embrague nuestro esta pensado más para motos que para un coche de estas características. Eso nos ha hecho sufrir mucho.
Otra avería gorda fue el cable que iba del cambio a la caja de cambios del motor. Ese cable se bloqueó por la arena… tuvimos que desmontar medio coche para seguir cambiando. Ese día perdimos mucho tiempo y nos tocó dormir en mitad de las dunas haciendo una hoguera con unos troncos.
El peor día el penúltimo, que tuvimos problemas de inyección, nos quedamos sin potencia y nos tuvimos que retirar.
- ¿Qué te ha dejado esta aventura?
Ganas de más. Llevo toda la vida preparándome para esto. He vivido el sueño de mi vida y me he demostrado que puedo con ello. Puedo con la navegación, puedo en el aspecto psicológico que es muy duro, puedo con la mecánica… Quiero más y quiero volver. Hemos sido un equipo pequeño en comparación a otros, pero un grandísimo equipo gracias a la gente que formaba parte de él. El coche nuevo, con muchas cosas que podían fallar y hemos llegado a la penúltima etapa. Estamos contentos, aunque con la espinita clavada de la retirada en el penúltimo día.
- ¿Cuál ha sido el presupuesto?
Por coche…más o menos unos 160.000 euros. Digo coche, mas inscripciones y demás. Un presupuesto muy ajustado. Los patrocinadores son vitales.
“80 metros de caída”
- ¿Al año que viene vuelves?
Si. El coche va a evolucionar. Es un coche divertido en el que la gente esta implicada y se va a trabajar mucho en él. No se había testeado y ha estado hasta la penúltima etapa. Llevaremos una nueva evolución de este coche, un coche fiable y volveremos. Rubén Gracia esta muy motivado. Van a hacer el Campeonato de España…. Estamos ilusionados. Porque este coche era más, quizá, para pista que para dunas. Este año había muchísimas dunas y poca pista no como en América. Piensa que aquí había muchísimas dunas L3 que son las más difíciles, no solo por altura sino por dificultad.
- ¿Cómo es sortear una serie de dunas consecutivas?
Como un parque de atracciones. En las L2 por ejemplo, llegabas arriba y mirabas abajo y veías 80 metros de caída casi vertical. En la que tuvo el accidente Alonso, a nosotros se nos levantó el culo del coche. En la etapa 5 había planos de arena con escalones, pero los escalones eran verticales de 50 metros de caída.
- Es una experiencia espectacular
Sin duda. Es una experiencia de vida.
Agradecer de forma muy especial a Eduardo su disponibilidad para esta entrevista. Poco después de aterrizar en Madrid vinó a nuestra redacción a compartir un rato muy especial hablando del Dakar. Una extraordinaria persona además de gran copiloto, deportista y alcorconero. Alcorcón en el Rally Dakar.
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