Artículo de opinión sobre disfrutar de películas al aire libre. Alcorcón, bajo las estrellas: cuando el cine se convierte en magia

El cine ha estado presente en mi vida desde que tengo uso de razón. Ventajas de que mi madre tenga parentesco con la familia Pachón, supongo. La familia Pachón, para quienes no lo sepan, fue la que trajo el séptimo arte a Alcorcón hace ya varias décadas. Su vida ha girado siempre en torno a butacas, palomitas y ‘blockbusters’, y así siguen a día de hoy.

Desde que yo era muy pequeño, he ido todos los años a El Castillo, el cine de verano de Villaviciosa de Odón donde trabajaba mi madre -y ahora también mi padre- y que pertenece a la familia Pachón. Mi amor por las películas nace de todas aquellas experiencias. Disfrutar de ‘Cars’ en 2006 o de ‘El Caballero Oscuro’ en 2008, al aire libre y con esa brisa tan característica del lugar en pleno verano, es uno de mis mejores recuerdos.

Alcorcón, bajo las estrellas: cuando el cine se convierte en magia
Alcorcón, bajo las estrellas: cuando el cine se convierte en magia

Allí he disfrutado de infinidad de largometrajes, y así sigo haciéndolo. Desde que era hijo único y me quedaba allí viendo solo la película mientras mi madre trabajaba en la barra. Años después, me acompañaba mi hermano. Y el otro día, cuando fui a ver la de Superman de James Gunn (recomendadísima, por cierto), también estaba mi novia. Da que pensar lo rápido que pasa el tiempo y lo poco que nos damos cuenta.

No dejen morir el cine

¿Que por qué me ha dado por escribir hoy sobre cine? Pues porque el Ayuntamiento de Alcorcón lanzó hace un par de semanas una preciosa iniciativa para devolver los cines de verano a Alcorcón de manera improvisada. En el Ensanche Sur, en el Recinto Ferial… Si nunca antes han disfrutado una película al aire libre (a mí me parecería impensable, pero en este mundo hay de todo), no saben lo que se pierde.

Y esta iniciativa del consistorio me ofrece la posibilidad, como amante del cine, de reivindicar la importancia de llenar las salas. Porque vivimos en una época en la que predominan las plataformas de ‘streaming’ y mucha gente opta por ver una película desde la comodidad del hogar; pero, háganme caso, nada supera la experiencia de vivirla en una sala con gente que comparte la misma pasión que tú.

Y sí, evidentemente también hay puntos negativos. Puede que te toque delante a un niño pequeño que se pase toda la película llorando, o puede que ir al cine se haya convertido casi en una experiencia premium por culpa de la inflación. En eso estamos de acuerdo. Pero no dejo de pensar que muchas de las mejores experiencias de mi vida las he vivido en una sala.

Imposible olvidar la emoción de todo el público viendo ‘Vengadores: Endgame’. Imposible olvidar los gritos cuando apareció Tobey Maguire en ‘Spider-Man: No Way Home’ (que no se note que soy un friki de los superhéroes). Imposible no querer volver a vivir momentos como esos. Porque, al final, las películas nacen para despertar emociones. Y en eso, el hogar nunca será comparable a la atmósfera que te proporciona una sala de cine.

*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o las imágenes propias de este artículo.

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