Los siete sabios de la antigua Grecia empezaron a realizarse preguntas sobre el Universo. Los elementos naturales como fuente de la vida de Alcorcón
Sit tibi terra levis es una locución latina que se puede traducir como «que la tierra te sea leve», y era utilizada en el mundo romano. Siempre al final de la inscripción funeraria en las lápidas de los difuntos, recogía la idea de trascendencia. Uno de los cuatro elementos, tierra, en este caso, también se representa en Alcorcón a través de la escultura.
Angel Aragonés, porque no podía ser otro, dedicó a lo largo de la Avenida de Leganés esculturas sobre la fuente de la vida, según los filosófos presocráticos: aire, agua, fuego y tierra. En cuanto a este último, tal y como está construida esta obra de arte, representa la elevación desde el mundo de la materia al del espíritu. Propuesta platónica, lo corona una estrella, y es que para Aristocles, estos elementos eran asociados a poliedros.
Más que la propia materia
La tierra es mucho más que la materia que la constituye. De hecho, en la propia escultura, Aragonés nos muestra animales o espigas de trigo, y es que este elemento es uno de los soportes de la naturaleza. No obstante, para Tales de Mileto, entre otros filósofos presocráticos, defendía que el agua era «el principio de todas las cosas», ya que toda masa terrestre se encuentra por encima del mar. De hecho, es la base para defender que la tierra provenía de ella, aunque de eso ya se encargaron Anaximandro y Anaxímenes.
Para Platón, el cubo era el único cuerpo geométrico asociado a la tierra, ya que solo este poliedro podía explicar la naturaleza solida del elemento y el planeta. Aristóteles, sin embargo, desarrolló una teoría diferente, en la que este aspecto «seco y frío» estaría en el lugar central, rodeado de agua. Ya en el cristianismo, el arcángel Uriel y el evangelista San Lucas con su toro, eran los representantes de este.
Con dolor y esperanza, pero inevitable
El concepto de muerte, asociado con la tierra, es diverso y complejo según la civilización que se quiera estudiar. El dolor y la esperanza, junto al recuerdo y la alegría en la memoria, son estados que tienen una trascendencia al plano del más allá. Sin ser un final imperante, la espiritualidad es un aspecto fundamental que mueve sociedades y hace de este paso de lo efímero a lo eterno, algo más leve.
Todo lo que somos y nos rodea, es tan solo una pequeña parte de interpretación sobre el Universo, que continúa tan indescifrable como siempre. De cualquier forma, las preguntas filosóficas asociadas a los elementos naturales surgieron para entender la vida y de qué estamos hechos. Cercanos e intímos, son parte fundamental de nuestro día a día, y gracias a su combinación, el ser humano puede encontrar su paz como fin último.
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