Juan Manuel Velasco, director del CFP Juan XXIII de Alcorcón: «La formación profesional ha dejado de ser el patito feo de la educación»

Juan Manuel Velasco, director del CFP Juan XXIII de Alcorcón: «La formación profesional ha dejado de ser el patito feo de la educación»

* Texto adaptado del decimoséptimo número del periódico impreso de alcorconhoy.com, correspondiente a mayo de 2024. Para leer el periódico completo, puedes hacerlo haciendo clic aquí.

Hace unas semanas la Asociación de Empresarios y Profesionales de Alcorcón celebró una nueva edición de los Premios AEPA y, al igual que en los últimos años, nada más entrar nos recibían con una gran sonrisa unos azafatos y azafatas jóvenes, educadísimos y amabilísimos del CFP Juan XXIII. Bajo la atenta mirada de Zulema y Juan Manuel, estos chicos estuvieron pendientes de todos los invitados durante toda la gala y, sin duda, aprovecharon esta experiencia para formarse en el Grado superior de Marketing y Publicidad y en el Grado superior de Administración y finanzas. Hay que conocer de primera mano cada estamento de un evento y esta ocasión es perfecta para ellos. 

Hoy tenemos la suerte de tener en esta página a un protagonista que lleva treinta años trabajando (de los cuarenta de vida del centro) en el CFP Juan XXIII. «Estamos de cumpleaños, este curso escolar celebramos cuatro décadas. Ha cambiado muchísimo todo. La formación profesional ha pasado de ser el patito feo de la educación, que es lo que se decía antes, a ser muy solicitada entre la juventud de hoy en día. El enfoque práctico que se le ha dado en los últimos años, las competencias profesionales, está todo condensado en dos años, ha conseguido que sea todo un éxito para abrir la puerta al mercado laboral del alumno. Ha sido un avance impresionante» nos explica Juan Manuel Velasco con verdadero orgullo.

Los tiempos han cambiado y la vigencia de las nuevas tecnologías, por ejemplo, junto al compromiso del profesorado, han conseguido que cursos como informática, programación o desarrollo web sean muy, pero que muy demandados. Pero también toda la parte de administración, finanzas, marketing y publicidad tienen muchísimo tirón entre los jóvenes. Juan Manuel nos explica que «tampoco puedo olvidar Educación infantil y Electrónica. Hay una gran demanda por parte del alumno y por parte de la empresa, que exige de estos profesionales»

La labor solidaria del centro es también muy importante. El pasado 17 de mayo se llevó a cabo una campaña solidaria llamada “ELA del Revés” con el objetivo de crear conciencia sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y recaudar fondos para apoyar la investigación y mejorar la calidad de vida de aquellos que padecen esta enfermedad neurodegenerativa. Con gran actitud, dedicación y un espíritu solidario, los alumnos del CFP Juan XXIII realizaron una serie de acciones, eventos y actividades para destacar la importancia de la ELA. “Dale un revés a la ELA” se celebró en las instalaciones de EuroIndoor (Alcorcón) y Juan Manuel nos explica que «ya llevamos un tiempo haciendo estas actividades deportivas para recaudar un dinero con el que colaborar con una asociación de ELA, tenemos algún profesor especialmente implicado, y una gran concienciación del alumnado – les ayuda a conocer de primera mano esta enfermedad- y de apoyo a los enfermos»

La verdad es que tienen un contacto muy directo con las empresas. Los estudiantes del Ciclo de Infantil van a colegios, hacen talleres y cuentacuentos. «Pero también en Informática, en Marketing y Publicidad. Es muy importante ir de primera mano con las empresas, las asociaciones empresariales, etc. Para el alumno es clave visualizar todo aquello que se realiza en la empresa»

Juan Manuel lleva treinta años acudiendo cada día a la Calle Nueva, 2, en pleno centro de Alcorcón. «Tengo muchísima amistad con el Ayuntamiento, con las asociaciones empresariales, con el banco de alimentos (que colaboramos con ellos), con empresas que están por aquí por el centro. Es muy enriquecedor ofrecer nuestro trabajo, nuestra labor a todos nuestros vecinos. Cuando ves a alumnos que empiezan desde la básica, luego grado medio y luego superior y finalmente ves que están en algún departamento dirigiendo a gente, que han llegado a lo más alto a nivel profesional, sientes un gran orgullo. También es muy emotivo que un padre o una madre se acerque a nosotros para darnos las gracias. A veces nos cuentan que sus hijos tuvieron una mala experiencia en el colegio, que repitieron algún curso y que con nosotros encontraron la motivación para seguir estudiando y para formarse. Nosotros somos un centro muy familiar, la verdad. Tenemos grupos reducidos, el profesorado conoce muy bien a los alumnos y a la familia y esa cercanía es clave. Todo esto, evidentemente, sin perder de vista el nivel de exigencia es algo muy positivo para nosotros. Esa es nuestra recompensa».

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