Jesús de Medinaceli brilla en la noche de Alcorcón. Ayer, sábado 23 de noviembre, Alcorcón vivió una noche inolvidable con la procesión extraordinaria de Jesús de Medinaceli, una celebración que reunió a cientos de vecinos en torno a la fe, la tradición y la emoción compartida. A las siete, desde la Plaza de San Pedro Bautista, comenzó este solemne recorrido que iluminó las calles Cáceres, Cisneros, Plaza Las Fraguas, Independencia, Mayor, Virgen de Icíar, Cerrajón y Los Cantos.
La imagen de Jesús de Medinaceli, majestuosa con su manto dorado exquisitamente bordado, avanzaba sobre un trono adornado con flores blancas y candelabros que proyectaban destellos cálidos en la noche. Los penitentes, vestidos con túnicas oscuras y guantes blancos, formaban una escolta devota y silenciosa, mientras los costaleros portaban con orgullo el peso del paso, marcando el ritmo con una precisión que solo puede venir de la dedicación y la fe. Acompañados por música en directo, cada esquina del recorrido se llenó de una atmósfera especial que invitaba al recogimiento.
Por las calles, la emoción era palpable. Vecinos de todas las edades se congregaban para presenciar esta muestra de devoción. Los más mayores recordaban otras procesiones con una mezcla de nostalgia y alegría, mientras los más pequeños observaban con ojos curiosos, descubriendo quizá por primera vez el significado profundo de esta tradición. Los balcones se llenaron de miradas atentas, las calles rebosaban de luces y el silencio, solo roto por las plegarias o los aplausos esporádicos, confería al ambiente un carácter solemne.
Ver esta publicación en Instagram
El momento más especial de la noche tuvo lugar en la calle Independencia. Allí, el trono de Jesús de Medinaceli se detuvo, permitiendo que los fieles se acercaran a la imagen. El brillo del manto dorado, los reflejos en las flores blancas y las velas encendidas crearon una escena casi celestial. El murmullo de las oraciones se entremezclaba con el leve crujir de los pasos y los suspiros emocionados. Fue un instante único, donde la devoción y el pueblo de Alcorcón se unieron en un solo latido.
Esta procesión no fue simplemente un recorrido por las calles de Alcorcón, fue una celebración de la tradición y la identidad de un pueblo. Un encuentro entre vecinos que, más allá de la fe, compartieron una noche mágica que quedará grabada en la memoria de todos los que estuvieron allí. Ayer, Alcorcón brilló con una luz especial, la luz de su historia y su gente.
*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o las imágenes propias de este artículo.
Sigue al minuto todas las noticias de Alcorcón. Suscríbete gratis al
Canal de Telegram
Canal de Whatsapp
Sigue toda la actualidad de Alcorcón en alcorconhoy.com