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Héctor Ruiz, propietario de ‘El Trasgu’: «Me encanta la gente de Alcorcón y llevo muy adentro San José de Valderas»

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jueves, 25 de diciembre de 2025

Nueva entrevista. Héctor Ruiz, propietario de ‘El Trasgu’: «Me encanta la gente de Alcorcón y llevo muy adentro San José de Valderas»

Por mucho que lo intento, no consigo encontrar en mi memoria el momento en que conocí a Héctor Ruiz. De alguna manera llevo coincidiendo con él en cada evento social, deportivo, cultural y, por supuesto, culinario de los últimos 15 años. Héctor —y perdonadme la comparación— forma parte del “mobiliario” alcorconero. Sobre todo, en San José de Valderas. En los últimos años he tenido el honor de presentar los premios de la Asociación San José de Valderas y allí siempre estaba Héctor, dándolo todo. Ahora que lo pienso, es posible que nos presentara José María Alfaro, de Nuevo Milenio Inmobiliaria y valderiano de pro.

Hace pocos días, Héctor recibió dos premios muy importantes en la tercera edición de “Alcorcón SaborQueMola”. Pero antes de contaros los detalles, permitidme que os hable un poco de su historia. Héctor fue un niño tímido llegado desde Málaga que encontró en las calles de San José de Valderas, y en la hostelería, el camino que marcaría toda su vida.

De un niño tímido a hostelero de vocación

Allí creció, estudió en el colegio San Vicente Ferrer y comenzó a forjar su carácter. Su vida dio un giro siendo apenas un chaval: «No era un gran estudiante y empecé a trabajar con 14 añitos en La Mezquita, un bar muy querido en Alcorcón». Durante trece años aprendió el oficio de la mano de grandes maestros y, ya maduro en experiencia pese a su juventud, decidió hacerse autónomo y emprender su propio camino en la hostelería.

Para Héctor, Valderas es más que un barrio. «Lo llevo muy adentro… He compartido vivencias maravillosas con mis amigos y gracias a la hostelería conocí a muchísima gente. Ese niño tímido que yo era se transformó». Héctor me cuenta que aprendió muchísimo en La Mezquita. Siendo un adolescente, su jefe le pidió llevar una ración de chorizos con pimientos a una mesa: «Tropiezo y se los echo a una señora por encima… Me puse de todos los colores». Una anécdota que hoy recuerda entre risas y que marcó su aprendizaje.

«El Trasgu», una sidrería con alma asturiana en Valderas

Aunque nació en Málaga, su corazón culinario tiene acento asturiano. «Quiero mucho Asturias… si doblas el mapa, Málaga y Asturias están al lado», bromea. Esa pasión lo llevó a abrir varias sidrerías a lo largo de su vida, incluida “El Trasgu”, su proyecto actual. Héctor lleva ya 14 años al frente de esta sidrería situada en la calle Venus, 1. Eligió su nombre por un personaje de la mitología asturiana: «Es un duende travieso… me pareció bonito y simpático para el local». Su cocina es esencialmente asturiana, adaptada a un local de dimensiones modestas, pero de espíritu grande: patatas al cabrales, chorizos a la sidra, tablas de quesos y otros platos tradicionales.

Siempre le digo que el nombre de “El Trasgu” define muy bien su personalidad. Él mismo se describe como “un culo inquieto”. Ha estado en política, en la Asociación de Comerciantes de San José de Valderas, y ha puesto todo su corazón para que las fiestas de este barrio alcorconero sean cada vez más grandes. «Me gusta participar y ayudar a mi gente… a mis vecinos, a los que me conocen de toda la vida», me explica.

El Kraken Bravucón, el plato que conquistó Alcorcón

Y ya llegamos a su creación más reciente, el ya famoso Kraken Bravucón. Con este plato ha conseguido el segundo premio votado por el jurado profesional y el primer premio del jurado popular en la última edición de AlcorcónSaborQueMola. Héctor intentó primero una receta de rejos encebollados, pero no quedó satisfecho: «Me quedaron duros… volví a la fritura andaluza y añadí cebolla confitada, germinados y su salsa brava». Entonces decidió preguntarle a la inteligencia artificial por un nombre: «Y me dice: el Kraken Bravucón». El plato, con sus tentáculos y su toque picante, hizo honor al nombre.

Antes de despedirnos, le pregunto qué es lo que le enamora de nuestra ciudad, e inmediatamente me contesta: «Me encanta la gente de Alcorcón… lo importante es el vínculo entre vecinos. Aquí nos conocemos todos».