Nueva columna semanal sobre el regueton y la sociedad. El taller de las ideas de Alcorcón: feminismo y reguetón.
El Reggaetón (reguetón en castellano), nació en Puerto Rico en los años noventa y es una derivación del Reggae panameño.
Si en origen este «estilo musical» tenía cierta calidad y razón de ser lo perdió hace mucho tiempo.
Este artículo no busca perjudicar a este género, sino provocarlo con una crítica constructiva para que mejore musicalmente.
Cada uno tiene sus gustos musicales y es respetable; el problema es que muchas de las explícitas e impactantes letras de las canciones de este género, van en contra de la igualdad entre el hombre y la mujer, devolviendo a esta a su papel como propiedad u objeto y al hombre a su imagen de machito deslumbrante, conquistador y triunfador.
Sería algo digno de estudio analizar cómo puede ser que, jóvenes que el ocho de marzo se manifiestan en defensa de los derechos de la mujer, cantan y bailan al son de esta música cuando salen de fiesta y acuden multitudinariamente a sus conciertos. No me parece coherente que, con el esfuerzo realizado durante tantos años para educar a la sociedad en la igualdad entre géneros, ahora se banalice esta lucha ignorando lo que predican muchas canciones de este estilo.
Solo hay que ver una actuación de este tipo para retroceder varias décadas atrás y ver de nuevo a la mujer convertida en florero, mostrando una cantidad de carne que ya le gustaría a muchas carnicerías. La libertad de la mujer se reduce a enseñar su cuerpo como si fuera un consumible, siempre bailando alrededor de su «macho».
Por supuesto que como varón me agrada ver mujeres hermosas, pero no que sea lo único que ofrezcan. La mujer es y vale mucho más que eso.
Entiendo a los «artistas» que se dedican a difundir esta música, para ellos es una forma de ganarse la vida y quiero creer que los que lo hacen mal son conscientes de la baja calidad de sus creaciones pero les puede la necesidad. Lo que no me parecen bien son los mensajes que difunden a sus jóvenes y maleables seguidores, que en muchos casos aún están madurando y lo que perciben es una imagen falsa de la realidad.
Entiendo a las discográficas. Buscan ganar el máximo dinero posible con una deleznable falta de escrúpulos.
Lo que no entiendo es a la gente que escucha esta música.
Si no fuera por el contenido de las letras (que podría ser otro más respetuoso), me daría exactamente igual. A lo largo de la historia siempre han surgido nuevos estilos musicales que han sido adoptados por los más jóvenes a modo de protesta contra la cultura de su época, pero en los años que corren, con un ministerio dedicado exclusivamente a la igualdad, no hay excusa para que esto suceda. El contexto machista donde nació el Rock, por ejemplo, no era el mismo que tenemos ahora.
Pongamos como ejemplo varios «versos» de la canción Cuatro Babys de Maluma:
«Ya no sé qué hacer
No sé con cuál quedarme.
Todas saben en la cama maltratarme.
Me tienen bien, de sexo me tienen bien.
Estoy enamorao de cuatro babies.
Siempre me dan lo que quiero.
Chingan cuando yo le digo.
Ninguna me ponen pero.
Yo estoy metío en un lío.
A toa yo quiero darle.
Me tienen bien confundío.
Ya no sé ni con cuál quedarme.
Y e que toa maman bien.
Toa me lo hacen bien.
Toa quieren chingarme encima de billete de cien.
Quieren que la lleve pa Medallo.
Quieren que la monte en carro del año.
Que a una la coja, la otra la apriete.
Y a las otra dos le dé junta en el baño».
Una sugerencia a los letristas: por favor, se puede hacer uso de la libertad de expresión respetando a la mujer. Incluso yo bailaría reguetón en determinados contextos si así fuera. Cada música tiene su momento.
Otra sugerencia a los cantantes: por favor, si decidís mejorar vuestras letras, articulad las palabras para que se os entienda bien y aprended los que lo necesitéis algo de técnica vocal. Una lástima que algunos cantantes que tienen un buen control de su voz, se rebajen a soltar unas pocas frases ininteligibles para dejarse llevar por la moda.
Ampliar el registro de la voz y aprender a utilizar recursos vocales como el falsete, la voz de cabeza, el vibrato, etc, redundará en dignificar vuestro arte y ofrecer algo más que un show con una obscena puesta en escena
Una duda: ¿fueron los artistas los que pusieron de moda el reguetón o fueron las discográficas?
El reguetón tiene un amplio margen para mejorar musicalmente y no ser una moda pasajera si la industria y los propios artistas aumentan su estándar de calidad. Estoy seguro de que podrían hacerlo mejor si quisieran y me encantaría ver ese cambio.
Jose Luis Blanco Corral es autor de Cuando no quedan lágrimas, disponible en Amazon y de Vidas Anodinas, publicado por Suseya.
*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o las imágenes propias de este artículo.
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