Mere consideraba que “Me parece increíble que nos piten un penalti y no lo revisen”. El silencio llena el vestuario del Alcorcón tras ocho derrotas consecutivas.
La situación del AD Alcorcón es límite. Todo lo que podía salir mal, ha salido mal. Los números después de diez temporadas seguidas en Segunda División que dejan solo cuatro puntos de 30 posibles y tres goles a favor. Desde la segunda jornada el casillero de puntos del Alcorcón no tiene nada que llevarse a la boca. Contra el Fuenlabrada en 45 minutos el equipo sufrió un penalti en contra y dos expulsiones. Lo único positivo de las últimas jornadas ha sido la irrupción en el campo de Fidel Escobar y Álvaro Juan. Sobre el panameño no se entendía que un central internacional no hubiera jugado ni un minuto en este equipo y más con la colección de bajas que tenía. Salió contra la Ponferradina como mediocentro y fue de lo mejor. Respecto al canterano, Álvaro Juan ha demostrado desparpajado, velocidad, capacidad de asociación en ataque y chispa algo que no tiene el resto del equipo. El canterano debería de seguir contando sea quien sea el entrenador. Y es que esta situación deportiva, con alineaciones indebidas y COVID19 mediante, deja a Mere en la picota. El silencio llena el vestuario del Alcorcón tras ocho derrotas consecutivas.
Dos meses pasando cosas negativas
El técnico, tras el partido contra el Fuenlabrada, manifestaba que “La jugada del penalti ha sido muy pronto. Me parece increíble que piten penalti y no se revise. Después encima cometemos errores que en la categoría no se perdonan. Con un penalti en contra y dos menos es muy difícil” Y apostillaba “Llevamos dos meses en los que no nos dejan de pasar cosas y todas negativas”.
Mere reconocía que “El plan de partido nos ha durado 15 minutos. Un encuentro en el que teníamos muchas ilusiones”.
El entrenador andaluz decía “el silencio ahora mismo se ha apoderado del vestuario. Mañana debemos de seguir trabajando para revertir la situación. Desde este lunes contamos con todos los futbolistas. La situación es difícil y jodida y debemos trabajar para cambiarlo”.
Un palo para todos
Preguntado por su situación personal que puede acarrear su destitución “En este Club me tratan muy bien. Nadie me ha trasladado nada y yo no eximo responsabilidad. Del primero al último de los que estamos aquí no estamos consiguiendo los resultados que debemos conseguir. Las circunstancias son muy difíciles para competir en una categoría tan exigente como la Segunda. La situación a nivel de resultados es muy mala y nos pone el palo a todos, eso es indudable”.
El técnico puede vivir sus últimas horas o días al frente del equipo. Semana convulsa en Santo Domingo.
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