Nueva columna semanal sobre el pasar de la vida en varios aspectos. Apuntes desde Alcorcón: Episodios de relleno
No siempre se pueden protagonizar momentos únicos, memorables e irrepetibles. Al igual que no todos los episodios de una serie pueden ser el cierre estelar de una temporada redonda y magnífica.
En la vida, como en las series, existen episodios de transición. De relleno. Muchas veces te los ves venir. Es lunes, te levantas y mientras desayunas y vas a cumplir con tus quehaceres piensas: “¿y yo esta semana qué tengo?”. A veces no tenemos mucho. A veces solo juega una vez tu equipo de fútbol, te quedas en casa el sábado entero y durante el resto de días lo más reseñable es que te traerán una tosta exquisita como tapa en el bar de abajo. Hay semanas en las que solo (solo) existimos. Semanas en las que somos un personaje secundario de nuestra propia vida.
Existen semanas en las que los protagonistas son los que te rodean. Son episodios especiales que solo se emiten de vez en cuando. Más que nada somos un invitado a la performance de un miembro de nuestro círculo. Se nos escapa el espíritu del cuerpo y se coloca en el cielo para observarlo todo en un plano general que quizá recuerdes toda la vida o quizá olvides la mañana siguiente. Quizás sea tu amigo que te visita un martes y te cuenta anécdotas e historias inverosímiles pero que son realidad. Quizás sea un camarero que decide robarse el show y convertirse en el Jim Carrey de la plaza. Quizá sea tu hermano que se prueba su primer traje y se encarga de que no se te vaya de la cabeza en todo el día.
Creo que una semana de episodios de relleno es lo peor que le puede suceder a un columnista. No vivir nada especial conlleva no tener nada especial que contar. Pero esta columna la escribo desde mi parte más humana y mundana de todas. Larra iniciaba muchos de sus artículos contando una anécdota que había vivido o una escena que había observado. A partir de ahí, a volar. Pero seguro que tuvo semanas de episodios de relleno. Lo que ocurre es que las camuflaba entre tanto talento y vocabulario del siglo XIX. Yo, que ni tengo ni tendré su talento ni manejo un vocabulario distinto al de Twitter o TikTok, me permito dedicarle esta columna a todos los que asumen la difícil tarea de ocupar el foco cuando uno mismo no puede.
También te ves venir las semanas de episodios de inflexión y de cierre de temporada. Semanas en las que apenas podemos desayunar y tenemos que aprovechar todo el tiempo, incluso el utilizamos yendo a cumplir nuestros quehaceres. En esas semanas en las que no podemos parar desearíamos episodios de relleno. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo compara.
AV
Alberto Viña es escritor y vecino de Alcorcón. De hecho, su primer libro «Relatos de taller», está realizado en colaboración con alumnos y alumnas del ‘Curso de Escritura Creativa’ del Centro Cívico Cultural Cooperante Margarita Burón. Este se puede encontrar en la siguiente página web, o en el mismo centro.
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