Rufino lo vuelve a hacer: el impresionante Belén de la calle Noya que ya es tradición en Alcorcón

Un montaje sostenible y artesanal. Rufino lo vuelve a hacer: el impresionante Belén de la calle Noya que ya es tradición en Alcorcón

La Navidad en Alcorcón no se mide solo por los grandes encendidos y adornos oficiales, sino también por la dedicación silenciosa de los vecinos. En la calle Noya número 4, la tradición ha vuelto a cumplirse este 2025: Rufino, el conserje y jardinero del edificio, ha finalizado el montaje de su ya célebre Belén, convirtiendo las jardineras de la acera en una parada obligatoria para todos los alfareros.

Una tradición sostenible y artesanal

Lo que comenzó en 2021 como una iniciativa personal se ha consolidado como un patrimonio sentimental del barrio. Rufino, haciendo gala de un altruismo que sus vecinos no dejan de aplaudir, invierte su propio tiempo libre y esfuerzo para diseñar, montar y mantener esta recreación bíblica. Lejos de las decoraciones estandarizadas, este nacimiento destaca por su carácter sostenible y artesanal: todo el montaje se realiza priorizando el uso de materiales reciclados y elementos naturales.

Una escenografía meticulosa en integrada con el entorno

Las imágenes de este año revelan una escenografía meticulosa que se integra perfectamente con el entorno. Aprovechando la tierra de las jardineras —donde Rufino también mantiene un pequeño huerto urbano con sus propias hortalizas—, el montaje despliega una orografía de caminos de arena, puentes de madera hechos a mano y un río simulado que atraviesa la escena. La vegetación no es un simple atrezzo; las plantas crasas, suculentas y pequeños arbustos del jardín sirven de telón de fondo vivo para el portal y las figuras, todo ello delimitado por espumillones festivos.

Con la llegada de la Navidad a Alcorcón, este rincón de la calle Noya se reivindica un año más como ejemplo de civismo y creatividad. Frente a la espectacularidad de las luces del centro, el Belén de Rufino ofrece algo más íntimo: la demostración de que el espíritu navideño reside, literalmente, en las manos de la gente que cuida su ciudad.

Foto principal: alcorconhoy.com

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