Las mejoras que recibirán los vecinos de Alcorcón en el intercambiador de Cuatro Vientos

Las quejas habían sido multitudinarias. Las mejoras que recibirán los vecinos de Alcorcón en el intercambiador de Cuatro Vientos

El intercambiador provisional de Cuatro Vientos es parada obligatoria para multitud de viajeros de Alcorcón que cada día cogen el autobús hacia Madrid. Por ello, ha recibido numerosas quejas en los últimos meses, pero por fin empieza a recibir mejoras para hacer frente al calor y a la falta de infraestructuras básicas.

Y es que desde este lunes 18 de agosto, el Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a instalar doce marquesinas nuevas, zonas de sombra adicionales, aseos y hasta máquinas expendedoras con comida y bebida. Una medida que llega tarde para muchos madrileños, que llevan todo el verano soportando colas bajo el sol mientras esperaban su autobús.

«Estos elementos mejorarán las condiciones de seguridad, confort y protección de los viajeros mientras esperan al autobús tanto en verano como en invierno», señala el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio en un comunicado recogido por ‘Europa Press’.

Asimismo, la EMT Madrid también colocará dos pérgolas para ampliar la superficie de sombra. Por otra parte, a partir de septiembre, se sumará un servicio de atención al cliente que funcionará de 07:00 a 23.00 para atender dudas y reclamaciones de los viajeros.

Las críticas no se detienen

No obstante, la medida no ha puesto fin del todo las críticas. Los propios viajeros llevan semanas denunciando que el intercambiador era una «trampa de calor». Uno de ellos, en declaraciones a ‘El Mundo’, se quejaba de que «cualquier día nos vamos a freír. Las marquesinas tienen el espacio justo y las colas para entrar al autobús son una penitencia».

Para los alcorconeros, que son de los que más sufren este intercambiador cada día, las nuevas marquesinas y zonas de sombra suponen al menos un alivio de cara a lo que queda de verano (que no es mucho). Sin embargo, muchos usuarios en redes sociales advierten que las medidas se quedan cortas y que la solución real pasa por reorganizar por completo el servicio de autobuses y recuperar conexiones clave con el centro de Madrid.

Pero hasta entonces, toca armarse de paciencia y buscar la sombra bajo las nuevas pérgolas. Todo ello esperando que este intercambiador deje de ser sinónimo de calor y malestar para convertirse en un espacio cómodo -en la medida de lo posible- para los viajeros de Alcorcón y del resto de ciudades.

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