Estas fechas son motivo de muchos recuerdos, así como de celebraciones. La Navidad siempre vuelve a Alcorcón
* Texto adaptado del undécimo número del periódico impreso de alcorconhoy.com, correspondiente a diciembre de 2023. Para leer el periódico completo, puedes hacerlo haciendo clic aquí.
Cada año, el mes de diciembre –y, para muchas familias, más concretamente el Puente de la Constitución– da inicio a una de las épocas más especiales del año. La Navidad, ese lapso de semanas llenas de magia y color, de calles decoradas e iluminadas hasta donde se pierde la vista y de hogares en los que no faltan el turrón, los villancicos, el árbol con sus bolas y guirnaldas y el Belén. Campanas de Belén.
Hace unos días, mi amigo Quique, uno de los grandes, me hablaba de su pasión por estas fechas. De lo mucho que le gustan para pasar tiempo en familia, con amigos, disfrutando entre sonrisas y viendo brillar los ojos de los niños, plenos de ilusión. Tiene toda la razón, porque esta es una época diferente a cualquier otra. Y, al menos para un servidor –que me perdonen los haters de estas fechas–, la Navidad es un tiempo alegre, feliz y lleno de vida. Pero también, claro está, repleto de recuerdos, emociones y nostalgia. Quizá eso sea lo que haga a estas fechas tan especiales, que evocan tiempos pasados que, mejores o peores, pernoctan en la memoria día tras día, año tras año. Inmóviles.
Cada año, por estas fechas, uno tiende a hacer balance. Y a marcarse nuevos propósitos, que tienden a cumplirse más bien poco. Pero, por intentarlo, que no quede, claro que no. En mi caso, y permítanme que hable en primera persona, todos los años hago recuento de cuántas personas de las de verdad siguen a mi lado. Primero, tomando algo en el bar en el que me reúno con mis amigos antes de cada Nochebuena o Nochevieja. Ahí, siempre suele haber alguna cara nueva, aunque también otras que faltan de otros años. La vida, ya se sabe.
Pero lo más duro llega horas después, cuando toca contar las personas que hay sentadas en la mesa cada Nochebuena. O cada Nochevieja. Y compararlo con años anteriores. Es triste, pero también real. La vida, qué les voy a contar. Por eso es tan importante festejar, celebrar y rodearnos de los nuestros. Porque, por desgracia, no podemos saber a ciencia cierta si el año que viene estaremos cenando con las mismas personas. Que igual hay alguna más, ojalá. Pero quizá, y solo quizá, pueda haber alguna menos.
En este punto, me viene a la mente una estrofa de ‘Un año más’, una de las canciones más icónicas (y eso es mucho decir) de Mecano. “Y aunque para las uvas hay algunos nuevos, a los que ya no están echaremos de menos. Y a ver si espabilamos los que estamos vivos, y en el año que viene nos reímos”. Ni una coma le quito a Ana Torroja, a decir verdad. Rían. Disfruten. Celebren. Porque ya está aquí la Navidad, que siempre vuelve, año tras año. Con Ramón García dando las Campanadas en Televisión Española. Como tanto le gustaba a mi querida abuela Toñi, con la que, desgraciadamente, hace ya seis años que no puedo tomar las uvas. Por ella, y por todos los que ya no están, brindo en mi última columna del año. Feliz 2024 y gracias por leer a este humilde juntaletras.
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