Entrevista al CEO de Las Camelias. Fernando Espadas: «Tratamos a cada novia de una forma única y como si fuera nuestra propia boda»
¿Recuerdas la primera vez que alguien te regaló flores? ¿Quizá fue tu primer amor? ¿Quizá tu padre? ¿Una amiga? Todos recordamos aquel primer ramo de flores. Sin embargo, otros tipos de regalos no están tan unidos a un recuerdo concreto. Esta reflexión no es mía: me la lanzó Fernando Espadas, mirándome fijamente en su despacho de Las Camelias, en la calle Nueva, 10, de Alcorcón. Y yo me emocioné, claro. Porque recuerdo perfectamente la primera vez que le mandé flores a la que entonces era mi novia, y hoy es mi mujer. Además, ella conserva la tarjetita en la que le escribí unos versillos cursis que, según me contó, le hicieron mucha ilusión.
Una experiencia inolvidable con los actuales Reyes de España
Fernando lleva 27 años al frente de Las Camelias. ¡Casi tres décadas! Mientras esperaba a que pudiera atenderme, me fijé en una vitrina en la que se exhiben decenas de premios y en una pared repleta de fotografías y recortes de prensa sobre la historia de Las Camelias. Uno de esos recortes es de la boda de los Príncipes de España en el año 2004. Fernando me cuenta que «fue una experiencia inolvidable. Tuvo muchísima repercusión porque salimos en todos los medios. Decoramos la Basílica de Atocha, junto a otros floristas. Fue un proyecto que se llevó muy en secreto, mano a mano con la Casa Real, y ya el último día Don Felipe y Doña Letizia estuvieron con nosotros y les encantó la decoración. A nivel profesional he vivido muchísimos momentos enriquecedores, y este es uno de ellos».
Cada novia es única y especial
Enriquecedor. Enriquecedor es hablar con Fernando. Él no lo sabe, pero es un sabio, un filósofo, un maestro de las flores. Habla con tal pasión de su oficio que te emociona. «Ponemos el mismo interés y cariño si se casa la hija de un albañil o la de un personaje público. Porque en ambos casos hablamos de un día importantísimo, tanto para los novios como para los padres. A menudo vienen los papás de las novias con los ojos brillantes, recordando que hace nada tenían a sus niñas entre los brazos y ahora se van a casar. Es muy entrañable. Yo tengo una hija de 14 años y muchas veces me veo en el espejo de ese padre ilusionado y pienso que cualquier día me tocará a mí. Por eso tratamos a cada novia de una forma única y como si fuera nuestra propia boda».
La moda de los ramos preservados
Le pregunto con curiosidad por los “ramos preservados”. Le comento que cada vez los veo más en redes sociales, y me confirma que «ahora son tendencia». «Todo ha evolucionado muchísimo. Las bodas de antes eran más protocolarias, más encorsetadas, podríamos decir, pero ahora son una auténtica fiesta. Y dentro de esa fiesta, de esa alegría compartida con la gente que quieres, las flores tienen un papel protagonista. Los novios de hoy en día le dan muchísima importancia a la decoración floral», señala.
«Y sobre los ramos preservados tengo que decirte que es muy bonito que las novias puedan guardarlos de recuerdo unos cuantos años. A veces se los regalan a la abuela o a un familiar importante, y es un detalle precioso. Pero yo soy un enamorado de la flor natural. La textura de las flores naturales, el color, el brillo, el frescor… todo eso nunca lo va a conseguir una flor preservada, porque no deja de estar liofilizada. Por eso las novias tienen que tener muy clara la decisión al elegir un ramo preservado o natural, y valorar los pros y los contras», añade.
Decoración para el otoño
Mientras observo las pequeñas calabazas que tiene expuestas en el exterior de la tienda, Fernando me cuenta que «el otoño, hablando de decoración y florística, es una estación muy interesante por sus colores. Hay una gama de tonos, de frutos secos, de ramajes, una serie de flores en colores tierra, anaranjados, granates, rojos, amarronados… El otoño es una preciosidad para decorar casas. En muchos países de Europa tienen un centro de flores para cada época del año. Y aquí en España, poco a poco, vamos dando importancia a cambiar las decoraciones según la estación. En concreto, esta decoración otoñal es muy armoniosa: da mucha paz en los hogares, es muy acogedora…».
Como soy un poco cotilla, le pregunto cuántos son en su equipo, y Fernando empieza a pensar mientras me explica que son «entre 16 y 18 personas. Eso sin contar Azalea. Ya hemos cumplido un año de esta floristería en la calle Timanfaya, 12 posterior. Es una tienda pequeñita, muy cuca, muy atrevida… aunque ya sabes que Las Camelias es mi niña bonita».
Foto principal: alcorconhoy.com
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