El taller de las ideas de Alcorcón: Un libro es un tesoro

El taller de las ideas de Alcorcón: Un libro es un tesoro

Nueva columna semanal sobre lectura y recuerdos en Alcorcón. El taller de las ideas de Alcorcón: Un libro es un tesoro

Parece que fue ayer cuando leía debajo de las sábanas a la luz de una linterna las historias de Julio Verne, los cómics de Mortadelo y Filemón y los libros de Barco de Vapor. Se supone que debía estar dormido, pero en realidad soñaba despierto que estaba en multitud de mundos productos de las mentes más creativas.

La lectura siempre fue mi refugio. Durante años de sufrimiento debido al acoso escolar del que fui víctima, hallé consuelo y distracción en los libros.

Cuando ya no quedaban en casa, recuerdo que mis padres me sacaron el carnet de la biblioteca y comencé a ir a la del Centro Cívico de la Calle Mayor de Alcorcón. Aún recuerdo la emoción que sentí al ver tantos libros juntos. Era el paraíso. Incluso se podía encontrar algún que otro mendigo que había hallado cobijo en aquel templo del saber.

Los libros se buscaban en casilleros, en cada uno de los cuales había multitud de tarjetas con los títulos y autores de los ejemplares disponibles. Apuntabas el código y solicitabas los libros al bibliotecario.

¡Qué libros! Algunos tenían las páginas amarillentas cubiertas de algo parecido a grasa y poseían un olor peculiar; pero no me importaba, era feliz entre aquellas librerías. Para mi cada libro era un tesoro y los cuidaba como tal.

Mucho ha llovido desde entonces. Ahora todo está digitalizado, hasta puedes encargar préstamos de libros que sí están disponibles en otras bibliotecas del municipio… Pero volvamos al tema que nos concierne.

En enero del año pasado, desde la Concejalía de Feminismo, se empezó a organizar una Feria del Libro para abril de ese mismo año, pero poco antes de celebrarla, se canceló. Fue un durísimo golpe contra el grupo de mujeres escritoras germen de la actual Asociación 100 Miradas, pero su perseverancia ha dado como fruto, que este 2024 sí podamos disfrutar de tan maravilloso evento, al cual asistirá, evidentemente, nuestra asociación.

Como siempre, aquí dejo una serie de sugerencias constructivas que en este caso son para promover la lectura:

-Instalar más puntos de donación/bibliotecas móviles en las calles.

-Fomentar la lectura aún más, dando publicidad a todos los eventos relacionados no solo en los medios digitales, sino en los centros de enseñanza y priorizando la lectura sobre el uso de tanta tecnología en las aulas, dado que si un día se va la electricidad, los alumnos no van a ser capaces de hacer nada, porque se habrán vuelto dependientes de la tecnología y, esta, debe ser una herramienta, no el único modo de aprender, ni de desarrollar nuestras funciones ni tampoco una necesidad.

-Simplificar el sistema actual de préstamos de libros online eBiblio también ayudaría a acercar la lectura a quien tiene pocos recursos para invertir en cultura y a aquellas personas que no se manejan con la tecnología.

Sin más, me despido hasta el próximo sábado. Espero que asistáis a la feria y que disfrutéis tanto como los autores disfrutarán al recibiros.

Jose Luis Blanco Corral es autor de la novela corta Cuando no quedan lágrimas, disponible en Amazon y de Vidas Anodinas, publicada por la editorial Suseya.

*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o las imágenes propias de este artículo.

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