Hacía tiempo que tenía ganas de escribir este artículo. Trata sobre uno de mis dos hobbies preferidos: los juegos de rol y de mesa (el otro, como habréis deducido, es escribir).
Pues bien, mi experiencia se remonta a la adolescencia, cuando jugaba con mi amigo Edu. Hace ya una eternidad, pues el tiempo es implacable y si algo iguala a todos los seres humanos, es que acabaremos en el mismo sitio, da igual lo que hayamos conseguido en la vida.
Vuelvo a centrarme porque me pierdo en los recuerdos: mi amigo tiene un coco privilegiado para aprender las mecánicas de cualquier juego y fue él quien me descubrió los juegos de rol. Durante mucho tiempo probamos algunos como: Aquelarre, Dungeon and Dragons, Star Wars, Car Wars, Paranoia, Runequest, El Señor de los Anillos, Blood Bowl, HeroQuest… y fue alucinante. Desde la seguridad del hogar, pudimos vivir fantásticas aventuras que retaban a nuestra imaginación para recrear en nuestra mente mundos increíbles.
Siempre habrá quien argumente que el contenido de los juegos en ocasiones es violento, pero eso es porque no ha tenido la experiencia de vivirlos. Puedes ver la película Thor y luego no ir por ahí lanzando martillos. O jugar un shooter en la Play y no disparar a nadie por la calle.
Rolear no es muy diferente de aquello a lo que jugábamos de pequeños: enfermeras, indios, vaqueros, superhéroes contra villanos… En definitiva, interpretar un papel, pero utilizando algunos extras como papel, lápiz y dados.
Los juegos de mesa, como los de rol, vivieron también un boom durante la pandemia. Es un mercado inmenso y existen infinidad de ellos para todos los gustos. Lejos quedan el ajedrez, las tres en raya, el tute, la brisca…
Los juegos de ahora son muy vistosos y cada uno está dirigido a un público objetivo. Por ejemplo, algunos tienen una finalidad didáctica y para ello he preguntado a Tero Ediciones qué pueden aportar los juegos de mesa y rol a la educación. Su respuesta:
—A día de hoy, todo el mundo está de acuerdo con que los juegos de rol y de mesa son herramientas educativas poderosas. No solo nos divierten, sino que también fomentan el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales. En Tero Ediciones, buscamos elevar la experiencia de juego a un nivel educativo significativo, inculcando valores como el respeto y la igualdad. Además, proporcionamos recursos para docentes que quieran integrar estos juegos en el aula. Y es que está más que demostrado que el aprendizaje es más efectivo cuando está vinculado a vivencias agradables.
Nexo Ediciones. ¿Crees que estos hobbies tienen cabida en estos tiempos de ocio multimedia?
—Sí, siempre existirá gente que prefiera el contacto físico antes que los videojuegos u otros entretenimientos virtuales y solitarios.
Akuma Studio. ¿Qué les dirías a aquellos que piensan que «jugar es solo para niños»?
—Que cuando matamos nuestro niño interior es cuando nos hacemos viejos.
Suseya Ediciones. ¿Qué significan para ti los librojuegos y los juegos de rol?
—Son la mejor vía de escape de la rutina, un ocio compartido con amigos que te permite, gracias a un libro o en torno a una mesa, ser el protagonista de una y mil aventuras.
Pirata, explorador espacial, caballero… No hay límite a lo que puedes vivir a través de la lectura y esto lo lleva al siguiente nivel.
También he contactado con dos asociaciones de juegos de rol y de mesa para preguntarles qué les motivó a crearlas:
RatDice. —Surgió de una idea: llevar el rol a eventos frikis donde no se practicara. Queríamos compartir nuestra pasión con quienes no conocían o no se sentían atraídos por el mundo de los juegos de rol. Por eso, empezamos a colaborar con asociaciones y eventos, y a acudir allí donde nos invitaran.
Jueganess. —La falta de una alternativa lúdica en Leganés, un lugar donde todos los aficionados pudieran reunirse para jugar y disfrutar juntos de este maravilloso entretenimiento.
Los juegos de rol y de mesa son un sano entretenimiento que forman parte de la amplia oferta existente, y tanto la industria como sus adeptos, siempre han encontrado el modo de reinventarse para seguir captando aficionados a los que les gusta disfrutar de risas en buena compañía.
Yo soy uno de ellos, reconozco que jugar es algo que me estimula y me regocijo solo con ver de nuevo a los colegas el día que nos reunimos, porque al final, más importante que el juego, son los colegas, y este es un aliciente, una excusa para volver a vernos.
Consejo: no llevéis a la partida ningún alimento que no debáis comer, porque antes de daros cuenta estará en vuestro estómago.
Jose Luis Blanco Corral es autor de la novela Cuando no quedan lágrimas, disponible en Amazon y de Vidas Anodinas, publicada por la editorial Suseya.
*Queda terminantemente prohibido el uso o distribución sin previo consentimiento del texto o las imágenes propias de este artículo.
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