El comercio más antiguo de Alcorcón

El comercio más antiguo de Alcorcón

En el número 2 de la revista de Aepa se publicó la entrevista «El comercio más antiguo de Alcorcón»

¿Cuál es tu nombre y el de tu comercio?

Pura García Alvarado y el comercio es la Expendeduría Número 1 de Alcorcón

¿En qué año se creó este establecimiento y quiénes lo hicieron, procedían de Alcorcón o tenían otros orígenes?

Cuando vinimos de la guerra pusieron el comercio a nombre de mi madre que se llamaba Isidra, anteriormente estuvo a nombre de mi abuelo Braulio Alvarado y a nombre de un tío de mi abuelo. Aproximadamente fue en 1915. Sus orígenes eran de Alcorcón, pero nunca conocí a mi abuelo, ni al tío de mi abuelo.

¿Antes de convertir este lugar en un local comercial, aquí vivía alguien? ¿Sabéis a quién pertenecía?

Primitivamente era una vivienda, vivía mi abuela con mi madre y una hermana de mi madre. Se casaron y nos quedamos a vivir todos. Hemos sido como hermanos. Nacimos aquí toda la familia, mis hermanos, mis primos y yo. Aquí se han muerto mis padres, mis tíos, todos.

El comercio más antiguo de Alcorcón

¿A qué actividad inicial os dedicabais?

Era un estanco que estaba a la entrada y una taberna que se encontraba al fondo. Quedaba todo junto. Durante unos años elaboramos guantes en el estanco. Los hacíamos de puntada y ganchillo.

¿Y cómo se llamaba?

No tenía nombre. Ponía “Vinos y Tabacos”.

¿Cuándo empezaste a trabajar en el estanco?

Toda la vida. He pasado mucho. Me han salido los dientes trabajando.

¿Cuántas generaciones han estado, y están con la presente, al frente de este negocio?

Tampoco lo tengo muy claro, actualmente lo llevan mi hijo y mis nietos que ya son la sexta generación.

¿Y ahora te acuerdas de algún cliente? ¿Conserváis clientela de toda la vida al estar en el centro de nuestra ciudad o ha variado tanto que no tiene nada que ver con tiempos pasados?

Me acuerdo de que el Tío Leandro venía todos los días a tomarse una copita. De los antiguos ya no queda nadie. Y de los cuatro que quedan les da mucho miedo fumar. Ahora funciona por la gente nueva que ha venido. Han cambiado mucho los clientes.

Entrevista Pura García Alvarado Entrevista Pura García Alvarado

Tú que has visto a tanta gente pasar por el negocio, ¿cómo describirías la evolución de Alcorcón?

Ha evolucionado demasiado, tenía que hacer crecido un poco, pero tanto es excesivo. Al comienzo despachábamos una cajetilla al día. Para mi negocio me ha venido bien. Mi madre, cuando empezábamos a mejorar y abrían otro estanco, comentaba que nos iban a quitar el trabajo, y mi hermano le decía que: “A la puerta del Sol nadie le quita el reloj y a ti nadie te quita el Ayuntamiento”.

No son demasiados años los que han pasado desde que la Calle Mayor se transformó en peatonal. Este hecho, casi histórico, cómo ha cambiado la calle y a vuestro establecimiento.

Al principio teníamos nuestras dudas, venían los clientes a comprar las letras de cambio y que no podían hacerlo porque no podían aparcar. Con el tiempo nos hemos hecho a ello y nos gusta.

¿Cuál o cuáles son las anécdotas más peculiares que habéis vivido desde el otro lado del mostrador?

Con cariño, lo que más recuerdo, es al sacerdote Don Enrique que vino a bendecírmelo y estaba ya muy malito. En ese día se encontraban mi madre y mi tía, y ahora me faltan todas. Tomamos unas pastitas, hicimos una limonada. Todos los recuerdos de Don Enrique eran buenos. Él residía aquí al lado, donde el notario.

¿Y en Nochebuena que hacíais?

En Nochebuena todas las chicas y los chicos venían al estanco porque hacíamos un baile.

¿Alguna otra anécdota?

El estanco ha sido nuestra vida. Me acuerdo de los encierros que pasaban por aquí, poníamos un tablero en la puerta del estanco. Mi hijo me decía “mamá métete para dentro que te va a pillar el toro”. Mi madre corría delante de ellos. Los toros bajaban por la calle Madrid hacia la plaza. En el ayuntamiento poníamos los carros.

Entrevista y fotografía de Joaquín Parejo @ParejoJoaquin publicada en el número 2 de la revista de Aepa