Desde 1875 haciendo chocolate en Alcorcón: una historia muy dulce

Maykhel es un establecimiento histórico dentro del municipio. Desde 1875 haciendo chocolate en Alcorcón: una historia muy dulce

El cacao, o «alimento de los dioses» en griego, es uno de los frutos más queridos por la población, sobre todo porque se termina refinando en chocolate, y para las bocas más dulces no hay nada mejor. En este sentido, desde Alcorcón hay que remontarse a 1875 para conocer la historia de la familia Maykhel, que ha pasado a la historia del municipio en el mejor sentido posible.

Alberto dejó atrás su carrera en la farmacia para continuar su legado familiar, y ya produce las tabletas de chocolate que son un orgullo en Alcorcón y el resto de la Comunidad de Madrid. Con todo ello, desde Telemadrid se pusieron en contacto con él para ofrecer un reportaje a la altura de un negocio histórico en nuestro municipio. «Utilizamos granos de cacao seleccionados de Ecuador, Venezuela y la zona del istmo de Panamá, específicamente de Sabanitas, donde el cacao es excepcional», explica, y así se consiguen las mejores semillas posibles.

Pureza del chocolate y un siglo de experiencia

La pasión por el cacao caracteriza a Chocolates Maykhel, que produce el suyo propio en la calle Vereda de los Barros, 32, de Alcorcón, y con unas reseñas y cariño especial por parte de los vecinos. «Chocolate de verdad», explican los usuarios que han tenido el placer de probar el suyo, y por el que se sienten verdaderamente agradecidos. En este sentido, también hay hueco para la innovación, pues esta empresa familiar ha sobrepasado lo tradicional.

Con más de un siglo de experiencia y una pasión eterna por el cacao, Maykhel ofrece a los usuarios unas tabletas elaboradas al 76% con violeta de Madrid. «Se hacen totalmente a mano y llevan un caramelito de violeta junto con un espolvoreado triturado«, explica Alberto a Telemadrid, y es que parece que este producto es de lo más solicitado por los vecinos. Por ello, Alcorcón y el resto de la región se enorgullece de contar con un establecimiento histórico, y que no deja de mostrar su calidad en sus servicios.

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