Cuento en verso en Alcorcón: La noche de Nochebuena

Unos versos lleno de espíritu navideño, para los vecinos de nuestra ciudad. Cuento en verso en Alcorcón: La noche de Nochebuena 

Imaginen un momento cualquier barrio de Alcorcón.

Escuchen bien este cuento que nace del corazón.

Séptimo piso, por fuera está todo congelado,

pasemos dentro, no sea que coja usted un resfriado.

Toñi cocina un cordero, Marcial coloca la mesa,

ella canta con esmero mientras su cabeza vuela.

Recuerda esa nochebuena con su marido y sus críos

y a su marido en la mesa cantándoles villancicos.

-Venga, a dormir, que ya es hora. Cerrad muy bien los ojitos.

Antes que salga la aurora tendréis vuestros regalitos.

-Papa cuéntanos un cuento. -Hija, a dormir que ya es tarde.

-Bueno, pues dame otro beso… vale papa no te enfades.

Y a la mañana siguiente regalitos por doquier,

que rápido pasa el tiempo, que duro es envejecer.

-Marciaaaal, casi está la cena, nos va a sobrar un montón.

-A mí también me da pena ver tan vacío el salón.

Perdonen que me inmiscuya de nuevo en este relato,

tal vez alguno de ustedes se sienta identificado.

Cuando los hijos nos crecen y viven algo más lejos

reparten sus navidades entre sus padres y suegros.

Más cuarenta años casados no se cumplen cada día

y apenas han sospechado lo que les depararía.

-Ande, ande, ande, la marimorena…

¿Escuchan esos cantares? ¿Pero qué suena? ¿Qué pasa?

Tal vez estas navidades haya sorpresas en casa.

 -En el portaaal de Beleeeén..-

-¿A estas horas los vecinos nos piden el aguinaldo?

Yo no pienso abrir la puerta, no son horas, ¡No he cenado!

-Qué gruñón eres Marcial, siempre diciendo que no.

Estamos en Navidad, venga, pues ya la abro yo.

Toñi ojeó la mirilla y pegó un grito tremendo.

-Pero qué pasa chiquilla, que se me ha caído el cuenco.

-Marcial, ven aquí corriendo, olvídate del cordero,

que han venido hasta Alcorcón todos los que yo más quiero.

-Os damos esta sorpresa vuestros hijos, vuestros nietos,

sentémonos en la mesa y comamos y cantemos.

-Familia del alma mía, os lo digo de verdad:

vosotros sois la alegría, vosotros sois Navidad.

Suenan unos villancicos en la radio del salón,

cantan mayores y chicos en un barrio de Alcorcón.

Y aquí no acaba este cuento, continúa en sus hogares

les deseo con el viento muy felices navidades.

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