Nueva columna semanal un tema muy importante para el ser humano. Alcorcón sano: prevención y autocuidado inteligente
Cuidar la salud no consiste solo en ir al médico cuando nos duele algo. Hoy sabemos —y la ciencia lo respalda— que la prevención, el autocuidado y el uso inteligente de la tecnología, marcan la diferencia entre vivir pendiente de la enfermedad o tener mejor calidad de vida. En Alcorcón, como en cualquier ciudad moderna, la salud empieza mucho antes de la sala de espera.
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Revisiones médicas y prevención
Controles básicos por edad y sexo
Las revisiones médicas son importantes, como pasar la ITV al coche:
-Infancia y adolescencia: controles de crecimiento, calendario vacunal completo y seguimiento visual y auditivo.
-Edad adulta: tensión arterial, colesterol, glucosa y revisiones ginecológicas o urológicas según el caso.
-A partir de los 50: cribados de cáncer (colon, mama, próstata), densidad ósea y control cardiovascular.
La clave no es hacerlo todo a la vez, sino hacerlo cuando toca y con criterio médico.
La autoexploración mamaria o testicular, los análisis periódicos y las vacunas siguen siendo herramientas sencillas, baratas y eficaces que ayudan a detectar señales tempranas de algún problema. Dicho de otro modo: observarse no significa obsesionarse, pero ignorarse es un riesgo.
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Medicina integrativa y nuevas corrientes
Cada vez más profesionales apuestan por una medicina integrativa que combina tratamientos convencionales con hábitos saludables basados en evidencia científica:
-Nutrición: comer mejor no supone comer perfecto, sino ser constante para llevar una dieta variada con menos ultraprocesados.
-Psicología: la salud mental no es un capricho. El estrés crónico, la ansiedad o el insomnio pasan factura física y psicológica.
-Estilo de vida: dormir bien, moverse a diario, tomar el sol y tener contacto humano, previene enfermedades y nos ahorrará tomar muchas pastillas.
Terapias complementarias: cuándo no y cuándo sí
La acupuntura, el mindfulness, la fisioterapia… Pueden ser útiles como complementos, pero nunca como sustitutos de tratamientos médicos.
Regla de oro: desconfía si promete curarlo todo, pero si se apoya en evidencia científica y se recibe bajo supervisión profesional, podrá ayudarte.
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Tecnología, salud y sentido común
Los relojes inteligentes y las aplicaciones de salud cuantifican nuestros pasos, sueño, pulsaciones… Bien usados, pueden motivar y orientar. Mal usados, generan ansiedad. El dato es una herramienta, no un oráculo.
Estos dispositivos son útiles para detectar patrones, mejorar hábitos y recordar la medicación a tomar, pero se vuelven tóxicos si llevan a compararse obsesivamente con otros, a alarmarse por cada variación o a creer más a una app que a un médico. La salud no es una competición ni una hoja de Excel.
Se debe sacar provecho de la tecnología sin caer en la hipervigilancia:
-Usa pocas apps pero que sean fiables y revisa los datos de forma periódica, no compulsiva.
-Consulta al profesional sanitario si tienes dudas, no a foros anónimos.
-Y recuerda: no todo lo que se puede medir es relevante.
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Salud, higiene y autocuidado cotidiano
Lavarse las manos, ventilar la vivienda, mantener una correcta higiene bucodental y cuidar la postura corporal, siguen siendo gestos básicos pero sorprendentemente eficaces. El autocuidado empieza en lo cotidiano, no en lo extraordinario.
En resumen: la falta de salud nos lleva al hospital, mas si estamos informados, somos responsables e inteligentes, no viviremos pendientes del cuerpo, sino que lo disfrutaremos al máximo.
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