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Alcorcón sano: Alimentación saludable segunda parte. Las dietas

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sábado, 8 de noviembre de 2025

Nueva entrega sobre un tema muy importante para el ser humano. Alcorcón sano: Alimentación saludable segunda parte. Las dietas

Dieta proteica

Lleva años de moda, recomiendan tomar hasta dos gramos de proteína por kilo de peso (sin tener en cuenta el porcentaje de grasa). Hacen trabajar mucho al hígado durante la digestión, por lo que si padeces de hígado graso no es recomendable. Además, sacrifica otros macronutrientes que podrían ser necesarios para una persona con un contexto específico.

Puede ser interesante hacerla durante un corto período de tiempo en el contexto de una dieta hipocalórica porque las proteínas sacian más y así se reduce el hambre, pero sin llegar a entrar en cetosis, que es la falta total de azúcar en sangre.

Dieta vegetariana

Requiere de un aprendizaje previo sobre nutrición para evitar carencias que puedan causar problemas de salud. Hace necesaria la suplementación con vitamina B12.

Es fácil que no se tomen suficientes proteínas (se pierde masa muscular si es así y se debería aumentar la ingesta de legumbres para evitarlo) y grasas (necesarias para funciones de nuestro cuerpo como la producción de testosterona).

Dieta ovolactovegetariana

Añade huevos y leche a la dieta vegetariana, por lo que es más segura si no se sabe sobre nutrición y es más sostenible en el tiempo al ampliar el menú y hacerlo más agradable al paladar dado que muchos alimentos llevan huevos y leche entre sus ingredientes.

Mi opinión sobre la gente que no toma proteínas animales por amor a estos es que el ser humano las necesita (no es indispensable en personas con situaciones específicas que entiendan de nutrición), comer carne aporta macro y micronutrientes importantes, y que si les preocupa (con razón) el bienestar animal, lo más fácil y sano sería comer cantidades razonables de carne, lo justo que necesiten para sobrevivir (0,8 gramos por kilo de peso), así no caerían en el abuso y moralmente estarían respetando la vida animal.

Además, en algunos vegetarianos se dan incongruencias como no comer carne pero llevar ropas hechas con piel animal.

El ayuno intermitente

También lleva años oyéndose hablar de él. Sus beneficios son:

A- Aumenta la flexibilidad metabólica, es decir, la capacidad de tu cuerpo para obtener energía de diferentes fuentes y cambiar rápidamente de una a otra, e incluso simplemente no marearte sin un día, por algún motivo, no desayunas.

B- Ayuda a que el cuerpo se depure, lo que facilita el trabajo del sistema inmune.

Para que se considere ayuno debe durar un mínimo de doce horas, y si el fin es la pérdida de peso, evitar comer más de lo normal en las siguientes comidas al ayuno. No olvides que para adelgazar debes gastar más calorías de las que ingieres, aunque también influya la calidad de la comida, el estado de tu flora intestinal y el momento del día en que la realices cada comida.

Comer según tu contexto

Antes de comenzar una dieta debes consultar al médico y a un nutricionista para adecuarla a tus necesidades específicas.

Por ejemplo: un corredor de fondo necesita más hidratos de carbono que proteínas, un albañil debería dar igual de importancia a proteínas e hidratos por el esfuerzo muscular y de resistencia que debe realizar, un estudiante puede que un poco más de hidratos que de proteínas, sobretodo en el desayuno, ya que debe hacer trabajar mucho a su cerebro y este necesita hidratos…

Habría que tener en cuenta las adaptaciones metabólicas de las personas según dónde viven: un esquimal come principalmente proteínas y grasas porque en su clima es difícil que se desarrolle la agricultura y además son más termogénicas (generan más calor durante la digestión). Se han adaptado durante generaciones y generaciones de vivir con frío.

Si tuviera que hacer una recomendación general para todas las personas, sería comer alimentos lo menos procesados posible y de forma variada y equilibrada.

Fofisanos

Olvídate, si tienes sobrepeso no estás sano. Así de claro, te pasará factura de un modo u otro en el futuro, ya sea por enfermedad, por desgaste articular o por ambas (lo habitual).

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