El periodo de otoño e invierno es un reto para cualquier automovilista. El deterioro de las condiciones meteorológicas dificulta el manejo del vehículo, reduce la visibilidad durante la conducción y ocasiona muchos otros problemas. Con la llegada del frío, los conductores se quejan constantemente del empañamiento de los cristales, de las dificultades para limpiarlos y, por supuesto, de la formación de hielo. ¿Cómo solucionarlo? Entendamos esta pregunta.
Problemas para los automovilistas que llegan con los primeros fríos
No es ningún secreto que unos cristales limpios garantizan una buena visibilidad durante la conducción. Además, de ello depende la seguridad tanto del conductor como de los pasajeros y otros usuarios de la carretera. Durante las lluvias y el aguanieve es muy importante tener tiempo para maniobrar en la carretera. Por eso es tan importante advertir el obstáculo a tiempo.
¿Qué problemas trae consigo la llegada del frío? En resumen:
- Las abundantes hojas del otoño, mezcladas con polvo y suciedad, manchan mucho los cristales. Por eso es tan significativo limpiarlas con regularidad. También es importante limpiar todos los canalones para evitar atascos;
- Otra molestia es la escarcha ligera, que deja una llamada «película» en el cristal que reduce la visibilidad;
- Los cambios bruscos de temperatura. En estas circunstancias, es muy importante prevenirlos y no intentar nunca limpiar el cristal con agua caliente, ya que lo dañaría.
Consejos para el cuidado de las lunas del coche
- Lo primero y más significativo es lavar las lunas con regularidad. Siempre que no haga mucho frío en el exterior y estés seguro de que no habrá cambios bruscos de temperatura, puedes utilizar agua a temperatura ambiente, solución jabonosa y una esponja suave para el lavado.
- Si el agua y el jabón no son adecuados en esta situación, vale la pena utilizar productos químicos para coches. Sin embargo, lo principal cuando se utilizan medios especiales – no conseguir que en la pintura y gomas de sellado.
- Durante un fuerte descenso de la temperatura, el agua no se utiliza, ya que puede convertirse en hielo. En tales casos, es necesario utilizar limpiaparabrisas que no se congelan a temperaturas bajo cero.
- Para que se produzca el efecto de lunas limpias, es necesario tratarlas con medios especiales que protejan el cristal del automóvil de la sedimentación de polvo.
- Los cristales también deben limpiarse por dentro. Una vez hecho esto – es importante aplicar un agente antivaho especial.
- Es fundamental vigilar el estado de los limpiaparabrisas. Deben limpiarse a fondo de agua, suciedad y hielo para que no rayen el cristal. Las escobillas son sensibles a un tiempo frío y con aguanieve, ya que son de goma. Este material se vuelve rígido en tales condiciones. Por lo tanto, la escobilla ya no puede cumplir su función de limpieza. En tales condiciones, la suciedad adherida al cristal queda más presionada y lo daña mucho más.
- Otro consejo válido en cualquier época del año: utilice siempre los limpiaparabrisas solo junto con los lavaparabrisas. En la estación fría también es importante asegurarse de que el líquido lavaparabrisas puede soportar bajas temperaturas sin congelarse.
Así pues, siguiendo estos sencillos consejos puede reducir significativamente el número de problemas asociados a los cristales del coche durante la estación fría.