Agustín Pérez Barba el hombre tranquilo de Alcorcón. Agustín Pérez Barba ha visitado la redacción de AlcorconHoy.com para contarnos cómo es trabajar en el mundo empresarial.
Agustín se vio en la situación en el 2003 en la que tenía que decidir si buscaba un trabajo o montaba una empresa como una solución de autoempleo. Conoció a una persona que al final se convirtió en su socio y los dos decidieron montar una empresa de producción gráfica “En un principio me sentí como un emprendedor obligado, como yo le llamo a estos emprendedores que necesitan buscar un trabajo y ven la solución en el autoempleo”.
Su carrera profesional ha sido muy completa, empezó durante diez años en Centro de Seguros El Corte Ingles en un departamento financiero “Tuve la gran suerte, El Corte Inglés fue mi escuela empresarial”. Después estuvo dos años en una agencia de publicidad como director financiero y luego catorce años como empresario. Estos tres últimos años de su vida ha tenido la suerte, según Agustín, de poder trabajar como asesor en su municipio poniendo un granito de arena en lo que ha podido hacer. Esto le ha llevado a definirse como una persona inquieta que “te lleva a tener ese espíritu de emprendedor”.
¿Qué fue lo que te motivó para dedicarte al mundo empresarial?
Al principio fue el Autoempleo, aunque con el tiempo me di cuenta que tenía una serie de actitudes innatas y ese espíritu de emprendedor. Lo que pasa que el espíritu de emprendedor no hay que confundirlo con el espíritu empresarial porque el espíritu empresarial conlleva a algo fundamental, la gestión del riesgo. Los emprendedores lo que peor llevan es la gestión de riesgo porque es donde está la madre del éxito. Creo que este riesgo lo aprendí y gestioné bien. No sabría decirte si soy un emprendedor o soy un empresario, si tuviera que decidir creo que durante esos catorce años fui más un empresario que un emprendedor.
De estas profesiones que has tenido, ¿con cuál te identificas o te sientes más a gusto?
Siempre he dicho que si tengo que definirme en una profesión es la de contable. La contabilidad te da una visión de lo que es una empresa y creo que es la manera de ver en qué situación está la empresa, en qué está fallando o en qué se puede corregir. En El Corte Inglés aprendí desde muy abajo, eso me dio la óptica de conocer el funcionamiento de la empresa desde abajo y ver cómo funcionaba. Me ayudó a poder entender mejor los criterios contables que se utilizaban y cómo reflejar ese flujo diario económico que tenía la empresa en la realidad contable. Siempre digo que la contabilidad es la gestión real que tiene una empresa y es lo que tienes que ver y trasladar a terceros.
¿Cómo ves la situación empresarial actual?
La Comunidad de Madrid desde el año 1995 empezó a cambiar un modelo. La comunidad había tenido por historia un nivel industrial bastante atractivo, pero con el boom inmobiliario lo que pasó fue que el suelo de la comunidad empezó a encarecerse. Lógicamente a las empresas se les hacían bastante difícil la instalación en la Comunidad de Madrid. Una empresa en Madrid tiene dos variables: lo que le cuesta el continente, es decir, donde va a desarrollar su negocio; y lo que le cuesta el contenido, que incluye salarios y energía. El diagnostico que hago es que en una comunidad donde el suelo y la energía son caros va a ser muy difícil atraer industria. Es un tema de oferta y demanda. Tenemos que profundizar y tener claro que podemos apostar por la innovación, por lo tecnológico y la investigación.
En un mundo tan globalizado, ¿cómo se afronta la exportación y la internacionalización de las empresas?
Creo que Alcorcón tiene dos oportunidades en este mundo globalizado. La más importante es que fue víctima durante muchos años de una política nacional en donde todo lo que significaba mirar hacia Portugal estaba prohibido. Si nos damos cuenta, todas las nacionales están bien desarrolladas industrialmente menos la A5 que está abandonada. Creo que Alcorcón, como Móstoles, Navalcarnero, se les presenta una gran oportunidad, que es mirar hacia el Atlántico y estas ciudades deben liderar un modelo económico para la A5 que no lo tenemos. Esta es una oportunidad, la segunda que yo veo es que Alcorcón tiene dos sectores importantes, el de la salud y el del automóvil.
Ahora con las nuevas tecnologías, ¿cómo debe afrontar una empresa esta etapa?
Todo el mundo y todos los días llevamos en nuestros bolsillos unas herramientas de negocios muy potentes, los smartphones. Si hiciésemos una estadística de cuántas utilidades del smartphone somos capaces de utilizar seguramente no llegaríamos ni al 30% de las posibilidades que nos ofrece. Esto lo traslado a una empresa. Las empresas tienen unas oportunidades tecnológicas alucinantes pero hay muy pocas empresas que sean capaces de rentabilizar todas esas oportunidades que le da el mercado y ahí tenemos que reflexionar si lo que hace falta es cultura del negocio actual o si nos falta formación. Una de las preguntas que se hacen los empresarios es que tiene que perder el tiempo formándose o tiene que salir todos los días a vender que es lo que le importa.
Hablando ahora de Alcorcón, ¿Cuál ha sido tu labor dentro de la ciudad?
He sido asesor en el área de promoción económica, comercio y patrimonio. El área de patrimonio es un área que la he descubierto y es muy interesante ver cómo funciona el patrimonio municipal y cómo se le puede sacar rendimiento. A nivel de promoción empresarial creo que hemos hecho cosas muy atrayentes, a nivel comercial hemos puesto en valor el comercio, hemos dado actividad al comercio. Y a nivel de promoción económica creo que el proyecto que hemos empezado a de prospección empresarial va a ayudar a los gobiernos venideros a tener un diagnostico real de la ciudad.
¿Por qué deberían las empresas invertir en el municipio?
Alcorcón ahora mismo se le presenta un reto importante y es qué modelo de ciudad quiere. Yo lo tengo claro, la mayor conquista social que se puede conseguir para una persona que trabaja es que lo pueda hacer lo más cerca posible de su domicilio. Alcorcón tiene que pasar de ser un modelo de ciudad dormitorio a una ciudad donde se pueda vivir y trabajar. Creo que si se logra, con la revisión del plan general, conseguir que Alcorcón sea una ciudad donde se pueda vivir y trabajar será una gran oportunidad para cualquier inversor. La posición estratégica de Alcorcón es lo que más atrae a los inversores, somos la renta más alta de los municipios del sur y eso da una oportunidad de consumo mayor que otros municipios. Además ya superamos las 9.000 empresas, la creación de nuevas empresas tiene un ritmo normal dentro de la media de la CAM, pero han subido aquellas que facturan más de un millón de euros, lo que demuestra que tienen mayor salud comercial y financiera.
¿Con qué te quedas de la ciudad y qué mejorarías?
Es muy difícil quedarte con algo concreto cuando toda tu vida la has pasado en Alcorcón. Si me tengo que quedar con algo es con la sensación que me ha dado de tener un barrio, de conocer a la gente del barrio, de sentirte en familia sin necesidad de tener un vínculo sanguíneo. Me quedo con eso, con la cercanía del barrio.
Creo que lo que se debe pedir a las ciudades es que se adapten a la realidad de la sociedad y Alcorcón debe mejorar esa adaptación a las demandas de la sociedad y del mercado. La oportunidad del municipio radica en ser capaces de tener un coeficiente alto de adaptabilidad, si no lo conseguimos estaremos siempre a la cola.
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Finalizó el proyecto de Prospección del Tejido Empresarial de Alcorcón